La radio líder de Catalunya, RAC1, cuenta con una redacción excepcional donde todo el mundo aporta su granito de arena desde hace ya muchos años. Todos somos 1, que pregonan en la emisora. Y el talento de sus locutores también se observa en el equipo de meteorólogos con los que cuenta. La maravillosa Mònica Usart es un ejemplo. El otro, el gran Abel Queralt.
Los que hemos trabajado con él sabemos que es alguien que aparte de informar, y muy bien, sobre el tiempo, sobre si bajará la ola de calor, sobre si caerán lluvias en algún rincón del territorio o sobre el estado del mar, tiene una vis comunicativa sensacional, con su personalísimo estilo y capaz de hablar de cualquier cosa que lo rodea. A menudo, haciendo gala de un sentido del humor considerable (impagable cuando un día dijo en directo cómo y qué tenía en su coche, una especie de cajón de sastre / trastero donde deja lo que le molesta en casa, como marcos de cuadros, piedras o cosas que recoge). Pero cuando toca ponerse serio, se le entiende todo y alza la voz, indignado, sobre lo que haga falta. Como le acaba de pasar ahora. ¿Por una cuestión relacionada con su oficio? No. Pero de su boca han salido rayos y truenos al ver una imagen absolutamente deplorable en medio de una calle en Barcelona.
Queralt no se lo puede creer. De hecho, ha reventado por una imagen lamentable en una calle de Barcelona, al lado de unos contenedores, donde hay muchas basuras esparcidas, sin ponerse dentro de los respectivos contenedores para reciclar debidamente. Al verlo, el meteorólogo ha verbalizado que está muy bien eso de quejarse, pero lo mínimo que se puede hacer es que cada uno tenga un mínimo de decencia y sentido de la responsabilidad: "La gente sabe mucho de pedir responsabilidades a los políticos, pero ¿esto, todo esto, qué cojones hace aquí? ¿¿Qué cojones hace todo esto aquí??".
Imagen indignante
Empieza a remover y a ver qué hay dentro de las bolsas: "¿Todo esto, mezclado, qué cojones hace aquí? ¿Y esto qué hace aquí?? ¡Un pañal!! ¡¡Aquí hay un contenedor de pañales!! ¡Una barra de pan, mañana toca orgánico, plástico, esto está bastante vacío!!", dice señalando el contenedor amarillo. Abel, que se enciende y se sube por las paredes: "¿¿Vale?? Quiero decir que vaya tela. Es que la..., es que, es que, es que... ¡¡¡estoy hasta los huevos!!! ¿¿Esto?? ¿¿Qué cojones es todo esto?? ¡Ropa! Venga!!":
A mí la verdad es que se me hace difícil creer en un mundo mejor pic.twitter.com/zqv07t7RHc
— Abel Queralt Frias (@Abelunimbus) July 24, 2022
Por cierto, un compañero suyo de emisora, sin llegar a encontrarse con estos extremos de incivismo, sí que ha querido poner el acento, como hace a menudo, en otra imagen sobre basura en Barcelona, desbordante de una papelera, a pesar del letrero que se lee. Hablamos del gran Toni Clapés, que también tiene la sana costumbre de decir lo que piensa a la mínima que ve alguna cosa de su entorno que le chirría.
Los dos tienen toda la razón del mundo. Hay que hacer alguna cosa, entre las autoridades, los que mandan y los ciudadanos, para que dejamos de tener ciudades que parezcan estercoleros.