Hace años que Shakira se enfrenta a ocho años y dos meses de cárcel y a una multa de 23,8 millones de euros por defraudar 14,5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, simulando que no residía en España, por no llegar a un acuerdo. Shakira ya ha devolvió los 14,5 millones que le exigía la Agencia Tributaria y otros tres de intereses, por lo que la Fiscalía le aplicó la atenuante muy cualificada de reparación del daño para reducirle la pena que podría corresponderle por seis delitos contra la Hacienda pública.

Pero no es la única famosa que se enfrenta a prisión en España. Otros rostros muy conocidos son los protagonistas de la serie más aclamada de TVE, Imanol Arias y Ana Duato. Es probable que el próximo otoño, la actriz deba sentarse en el banquillo. Se enfrenta a una petición de condena de 32 años de cárcel por presunto fraude fiscal. La intención de los abogados de Ana Duato es cerrar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción para rebajar la pena a una condena mínima, o incluso reconocer los hechos y no ir a prisión.

Ana Duato
Ana Duato

Ana Duato intenta evitar la cárcel 

Según su entorno, la actriz se declara totalmente inocente y sigue luchando por demostrarlo, confía en poder demostrar en el juicio que no tenía ánimo de defraudar a la Agencia Tributaria y que desconocía el entramado fiscal del que se sirvió «Nummaria» para engañar al fisco. Sus familiares más cercanos le aconsejan que intente llegar a un acuerdo con Anticorrupción y la Abogacía del Estado, ya que se enfrenta a una pena demasiado elevada.

Ana Duato photocall efe
Ana Duato photocall efe

Mientras espera para sentarse en el banquillo, Ana Duato regulariza su situación. Ya ha abonado 265.427 euros por los ejercicios fiscales de 2014 a 2017 (deberá abonar más adelante otros 75.760,73 en concepto de recargo e intereses, hasta un total de 341.187,94 euros).

En 2016 abonó 970.297 euros por las cuotas defraudas de los ejercicios 2010, 2011 y 2012, al haber tributado parte de sus ingresos a través del Impuesto de Sociedades, y no en el IRPF, beneficiándose por tanto de un trato fiscal más favorable.