Desde hace seis décadas, Marilyn Monroe es considerada el ícono de belleza más importante de la historia del cine hollywoodense. Además de su belleza y talento para las artes escénicas, Marilyn Monroe se convirtió en todo un enigma por su relación con miembros importantes de la política en Estados Unidos y por su repentina y extraña muerte, sobre la cual aún abundan una gran cantidad de interrogantes.
A pesar de que ya hayan pasado casi 60 años desde su fatídica muerte, su imagen sigue siendo representativa en la escena internacional, dado que se ha convertido en el ícono de glamour por excelencia y su figura ha sido representada en el cine, en el arte (El Marilyn Monroe por Andy Warhol) y en las pasarelas de moda. Prueba de esto es la última red carpet de la MET Gala, en la que la socialité Kim Kardashian usó el vestido de diamantes que llevó Monroe el día que le cantó el ‘Feliz Cumpleaños’ al presidente John F. Kennedy, unos meses antes de morir.
Además de haber sido homenajeada por Kim K, los directivos de Netflix han estrenado recientemente un documental llamado ‘El misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas’ para revelar algunos de los secretos de una de las muertes más extrañas de la industria del cine. Esta miniserie documental tiene la intención de mostrar algunas cintas inéditas con relación a la muerte de la actriz, mientras exploran una nueva teoría conspirativa en torno a los motivos de su fallecimiento.
Aunque el documental no afirma completamente esta nueva teoría, sí deja entrever que la noche de su muerte la actriz estaba con Robert Kennedy, hermano del presidente John F. Kennedy. Según insinúan en la serie, la actriz fue ‘eliminada’ por miembros de lo servicios secretos de Estados Unidos para borrar todo rastro que relacionaba sentimentalmente al ex fiscal general (Robert) y al presidente (John) con Marilyn Monroe, dado que afirman que ella mantuvo una relación con ambos. Esta teoría cobra fuerza al asegurar que el escenario de la muerte no fue la casa de la artista, sino una mansión perteneciente a Peter Lawford, cuñado de los hermanos Kennedy.
Además de querer ocultar un escándalo político por la relación abierta que mantenía Marilyn con los hermanos Kennedy, en la serie también se insinúa que la actriz pudo haberse convertido en un problema de estado por conocer secretos de gran importancia de la política del país norteamericano y por haber estado de acuerdo con los ideales comunistas de la época, algo que podría ser contraproducente para el gobierno de Estados Unidos, ya que aún se encontraban luchando en la Guerra Fría.
Debido a esto, el FBI determinó que debían monitorear constantemente los movimientos de la actriz de “Los hombres las prefieren rubias”, colocando micrófonos en toda su casa y en los diversos lugares que solía frecuentar. Aunque estos dispositivos podrían haber desvelado la muerte de la actriz, lo cierto es que el personal del gobierno se encargó de desaparecer cualquier evidencia de lo ocurrido entre el 3 y el 4 de agosto de 1962.