El cantante británico Sting, quien se encuentra en estos momentos realizando una exitosa gira mundial, ha acabado en la cárcel después de haber cumplido con una promesa. Y no, el intérprete de temas como ‘Roxanne’ y ‘Every Breath You Take’ no estaría cumpliendo una condena por algún delito del pasado, dado que su visita a la prisión de máxima seguridad de Secondigliano en Nápoles, Italia, se debe a una promesa que le hizo al padre Antonio Loffredo, expárroco de la basílica de Rione Sanità, de Milán.

El ex vocalista de ‘The Police’, quien está muy vinculado al negocio vinícola en Italia, se reunió con Loffredo para hablar del proyecto ‘Metamorphosis’ de la Fundación San Gennaro, que tiene como finalidad “transformar el dolor en esperanza”. En ese momento, el sacerdote italiano le reveló al cantante que los presos recibían formación para la elaboración de rosarios. Además, también reciben clases en el taller de madera para fabricar sus propios instrumentos musicales como violines y guitarras.

Sting dejó a un lado los escenarios e interpretó sus canciones más famosas en una cárcel

Esta iniciativa sorprendió a Sting, así que le prometió que acudiría a la prisión para interpretar algunos de sus temas más famosos en frente a cientos de personas privadas de libertad. En una charla con el diario italiano ‘La Repubblica’, el cantante británico, de 71 años, indicó lo siguiente: “Agradezco al Padre Antonio por darme a conocer el trabajo y el equipo de Arnoldo Mosca Mondadori. Creo que las herramientas creadas por la fundación son una maravillosa transformación del dolor de muchos, representan la belleza y la dignidad inherente a todo ser humano”.

Sting recibió un regalo handmade con mucho significado

Durante su presentación, que fue filmada para ser incluida en un documental llamado ‘¿Puedo entrar? Una oda a Nápoles’, Sting recibió como regalo la primera guitarra hecha a mano por los presos de Secondigliano. Este instrumento es muy significativo, dado que está construido con piezas de madera de un barco que transportó cientos de migrantes que huyeron de sus países natales a la costa de Italia. Inmediatamente, Sting la afinó y procedió a tocar con ella la canción ‘Fragile’, un tema que ha reescrito y que dedicó a Ben Linder, un joven asesinado en Nicaragua. Esta nueva versión, que se ha convertido en un himno a la esperanza, defiende las artes y la no violencia, mientras hace referencia a la realidad de las cárceles.

Lucia Castellano, administradora de las prisiones de la región de Campania en Italia, reveló que “no fue fácil llevar a cabo este proyecto de capacitación en una realidad complicada como la de Secondigliano, que alberga unas 900 personas”, pero Sting cumplió con su palabra y logró convertir un escenario triste en un lugar lleno de esperanza, por lo menos por algunos minutos. Esta presentación de Sting en Nápoles no formaba parte del calendario de fechas de su gira ‘My Songs’, que arrancó hace poco más de tres años, y que lo traerá a España el próximo mes de junio en una presentación en el Bilbao Arena.