Durante muchos años, los hijos de Carolina de Mónaco fueron los rostros más reconocidos de la nueva generación de la familia Grimaldi. Carlota Casiraghi y sus hermanos, Andrea, Pierre y Alexandra de Hannover eran considerados los jóvenes más famosos del Principado de Mónaco hasta que Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, se convirtió en una influyente diseñadora de moda de renombre internacional. Tras haber pasado gran parte de su infancia y su adolescencia apartada del foco mediático, muy pocas personas se percataron del enorme parecido existente entre Pauline y su abuela, Grace Kelly, de quien heredó su belleza y su sofisticación.

Pauline comparte con su abuela la pasión por la moda, pero con un toque mucho más actual. Sin embargo, esto no ha impedido que la joven de 28 años luzca algunas prendas originales del armario de su difunta abuela como un abrigo de Givenchy en color camel de la década de los 60 que la princesa Carolina le regaló a Pauline por Navidad cuando tenía 19 años. Desde ese momento, la hija de Estefanía de Mónaco atesora esta prenda como si se tratara de un auténtico tesoro. “No lo uso a menudo porque es un abrigo muy delicado y sensible. Pero es una de las mejores piezas de mi guardarropa”, indicó en una entrevista concedida a la revista francesa ‘Gala’. Además, también heredó los rasgos característicos de quien fuera una de las actrices más cotizadas de Hollywood en la década de los años 50: ojos expresivos, mirada tierna, nariz perfilada y unos labios finos y delicados son tan solo algunos de los rasgos físicos que tiene en común Pauline Ducruet y Grace Kelly.

La extraña infancia de Pauline Ducruet lejos del Palacio Grimaldi

Puline Ducruet es la segunda hija de Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet, el antiguo guardaespaldas de Estefanía con quien se casó en 1995. A diferencia de la mayoría de los Grimaldi, quienes han vivido rodeados de lujos en el Palacio, Pauline y sus hermanos, Louis Ducruet y Camille Gottlieb, crecieron rodeados de malabaristas, acróbatas y elefantes de circo, dado que su madre decidió dejarlo todo para irse a vivir a una caravana de circo junto a su nuevo amor: un domador de elefantes. Y aunque Grace Kelly hubiera enloquecido al enterarse del nuevo acto de ‘rebeldía’ de su hija menor, lo cierto es que para Pauline fue un momento inolvidable en su vida. “Fue un momento de pura libertad que no creo que muchos niños puedan tener. Entiendo [que mi educación fue inusual] y lo aprecio. Estoy agradecida de haber tenido la infancia que tuve”, reveló en una entrevista.

Al regresar al Principado, cursó estudios en la escuela de idiomas de Mónaco, pero al cumplir los 18 años se mudó a París para estudiar Diseño de Moda en el Instituto Marangoni. En 2015 se mudó a Estados Unidos, país natal de Grace Kelly, para continuar su formación en la Parsons School of Design de Nueva York, donde hizo algunas prácticas para Vogue y Louis Vuitton.