En el apogeo de su carrera en la década de los años 90, Bruce Willis era sinónimo de éxito en la gran pantalla, protagonizando películas taquilleras una tras otra. Sin embargo, detrás de la fachada de triunfo y fama se ocultaba un oscuro episodio que terminó por convertirse en un giro inesperado y altamente beneficioso para el actor. El fracaso de una comedia romántica titulada "Broadway Brawler" en 1997 resultó ser la semilla que daría paso a una serie de eventos que cambiarían el rumbo de la carrera de Willis de manera asombrosa.
“Broadway Brawler” parecía destinada al éxito, con Bruce Willis y Maura Tierney como protagonistas y la dirección de Lee Grant, una actriz con un Óscar en su haber por su brillante interpretación en la película ‘Shampoo’ (1975). Sin embargo, tras semanas de rodaje, todo se desmoronó. Willis no estaba satisfecho con los resultados y forzó la detención de la producción. Varios miembros del equipo, incluida Grant, fueron despedidos y la película quedó en un limbo creativo. A pesar de que los productores intentaron continuar el rodaje del filme con Dennis Dugan como director, lo cierto es que no hubo ningún tipo de avance significativo y la película fue cancelada.
Un acuerdo inusual con Disney
Los inversores, incluyendo a Walt Disney, no estaban contentos con la pérdida de los 17 millones de dólares que se habían gastado en 'Broadway Brawler', por lo que consideraron seriamente demandar a Willis para recuperar los fondos perdidos. Sin embargo, en lugar de una batalla legal, se llegó a un acuerdo extraordinario. Willis accedió a protagonizar tres películas para Disney como compensación por el proyecto fallido. Sin embargo, este acuerdo tenía una peculiaridad: aceptó un salario significativamente más bajo que su tarifa habitual.
La sorprendente recompensa por un fracaso inesperado
La primera película bajo este acuerdo fue "Armageddon", en la que Willis aceptó un salario de tan solo 3 millones de dólares, 12 millones menos de lo que recibió por su participación en “Jungla de Cristal: La Venganza". Sin embargo, lo que parecía un muy mal negocio se convirtió en un golpe de suerte. "Armageddon", dirigida por Michael Bay, se convirtió en un éxito arrasador en taquilla, generando ingresos mundiales de 553 millones de dólares y proporcionó a Willis importantes bonificaciones económicas.
La siguiente película, "El sexto sentido", no sólo elevó su salario base a 14 millones de dólares, sino que también se convirtió en un fenómeno de taquilla con ingresos globales de 672 millones de dólares. Esta vez, además de recuperar su posición, también superó todas las expectativas, dado que terminó ganando alrededor de 100 millones de dólares por su participación en este thriller de terror y suspenso que terminó convirtiéndose en una película de culto.
Aunque el acuerdo entre Disney y Bruce Willis demostró ser altamente lucrativo, no todas las películas bajo este contrato tuvieron el mismo nivel de éxito. "The Kid (El chico)" no logró alcanzar las alturas de sus predecesoras en términos de taquilla. Con este acuerdo, Willis no solo logró saldar una deuda inesperada, sino que también consolidó su estatus como uno de los actores mejor pagados y más queridos de Hollywood.