Desde que Carlos III fue proclamado rey el pasado mes de septiembre, una gran cantidad de personas se han interesado en conocer un poco más de la personalidad, las exigencias y hasta las manías del primogénito de Isabel II. Tras haberse dado a conocer que él viaja con su propio asiento de inodoro y un oso de peluche de su infancia, y que sus galletas preferidas tienen que estar a una temperatura exacta, ahora se ha revelado que el nuevo soberano británico practica el ayuno intermitente al saltarse una de las comidas principales. Y no, no lo hace para bajar de peso, sino para ser más productivo.
De acuerdo con ‘The Mirror’, Carlos III come un abundante desayuno saludable y se salta la hora de la comida, por lo que solo hace dos comidas importantes durante todo el día. Según el ex secretario de prensa del rey, Julian Payne, el rey Carlos solo come frutas y semillas en el desayuno, desmintiendo los rumores de que su desayuno se basaba en la elección de un huevo duro cocido a la perfección, dado que los huevos solo se comen en el desayuno de los fines de semana. Y aunque si bien es cierto que tiene la opción de desayunar huevos duros o escalfados a diario, lo cierto es que prefiere una ensalada de frutas de temporada, acompañada de semillas y una taza de té.
Además, se dio a conocer que el monarca también lleva consigo a todos sus viajes una ‘caja de desayuno’ (breakfast box) que contiene sus 6 variedades de miel favoritas y muesli. De esta manera crea un desayuno saludable al mezclar porciones de fruta fresca, semillas sumergidas en zumo, muesli y té. Con esta práctica, el rey de Inglaterra apuesta por una alimentación orgánica y saludable, alentando a todas las personas a su alrededor a hacer lo mismo. Sin embargo, incumple con una de las indicaciones de los expertos en nutrición: se salta una comida.

Carlos III se salta la hora de la comida
Aunque su desayuno es bastante ligero, contiene todos los nutrientes necesarios para mantenerlo saciado hasta las cinco de la tarde, cuando se reúne con su esposa, Camilla Parker Bowles, para tomar el té, saltándose por completo la hora de la comida. De acuerdo con el ex corresponsal Gordon Rayner, Carlos III considera que la hora de la comida es un lujo que interrumpe las jornadas laborales y que interfiere con su apretada agenda de compromisos. Es por este motivo que los que trabajan para él han adoptado también este régimen de alimentación, desayunando de forma abundante para no morir de hambre durante la tarde.
Como buen inglés, el monarca nunca se salta la hora del té, en la que además aprovecha para consumir un poco de proteína al comer huevos duros junto con una porción de tarta o pastel del día y una taza de té. Después, el padre de William y Harry regresa a sus labores hasta la hora de la cena a las 20.30 horas. La cena también está basada en alimentos saludables y con bajo contenido calórico, por lo que también evita comer algún postre por la noche para mantener los niveles de azúcar totalmente controlados.