Cualquiera se pensaría que el de la foto es Arnold Scwarzenegger, pero no. Ni por asomo. Él es ni más ni menos que Bertín Osborne: el galán de España. Tiene 67 años, pero luce un cuerpo que a más de un treintañero le gustaría presumir. Brillantes músculos, en buena forma y vestido como un Don Juan. Espectacular el estado de forma de nuestro Bertín.

Y es que el presentador con esta pose podría estarle diciendo a más de una perfectamente “mi casa es la tuya”. Sensual, atrevido y fresco, así es como el presentador andaluz mira a cámara en esta instantánea que ya es dinamita en las redes sociales. En Instagram, red social donde el cantante la ha posteado (“Acabando de entrenar. Pádel y gym”), ya cuenta con más de 20.000 ‘Me Gusta’… Y los comentarios no tienen desperdicio: “Me gustas desde niña. ¡Crecí, envejecí y tú sigues igual!”, “Más fuerte que el vinagre” o “Dios mío, qué buenos brazos”. Estas son solo algunas de las perlas que sus seguidores más acérrimos le dejan en los comments del post. Seguro que le suben aún más la autoestima a Bertín.

‘Mi Casa es la Tuya’, con Ainhoa Arteta: “Me daban tres horas de vida”

Pero Bertín más allá de sudar la gota gorda yendo al gimnasio y jugando a pádel por doquier, también sigue fuerte con su trabajo. Su programa ‘Mi Casa es la Tuya’, donde recibe a famosos, sigue cosechando éxitos en audiencias. El último es el caso de Ainhoa Arteta. La cantante de ópera se desnudó sentimentalmente delante de Osborne y contó con pelos y señales detalles de su pasado. Arteta, vasca pero según ella también andaluza, repasaba su trayectoria recordando uno de los sucesos más dramáticos que, de poco, le cuesta la vida.

Bertín Osborne con David Broncano MEDIASET

Bertín Osborne / MEDIASET 

“Me daban tres horas de vida”, relataba Arteta ante un boquiabierto Bertín. Y es que a la cantante se le complicó hace años un cólico nefrítico, el cual acabó en un fallo multiorgánico y seis días en coma inducido. Un hecho que le marcó mucho y que desde entonces celebra “la vida”. A la vasca la operaron de urgencia y sufrió varias amputaciones, la más visible en uno de sus dedos de la mano. “Me operaron ‘a cuerda abierta’ y acabé recuperando la voz. Aunque todavía estoy en recuperación, hay tres notas que se me resisten”, cuenta Ainhoa. Por suerte, podemos seguir disfrutando de su voz: es muy grande. Y nos alegra los oídos…