Úrsula Corberó se ha sincerado a través de su Instagram. La actriz catalana de La Embajada y Física o Química ha aprovechado el Día Internacional de la Mujer para sacar a la luz un capítulo muy personal: las historias de superación de su madre y de su hermana.

La madre de Úrsula no tuvo una adolescencia fácil. Quedarse embarazada prematuramente hizo que viviera en una humillación constante: "Cuando le empezó a asomar la barriguita pasó a ser la peste del barrio, se quedó sin amigas y aún siendo una estudiante brillante la echaron del colegio porque era un mal ejemplo para las demás niñas". 

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Pero la madre de Úrsula se mantuvo positiva: "Ella siempre me cuenta que aún así siempre estaba contenta, los sábados por la tarde se iba a la discoteca sola y se subía al podio a bailar sin parar con su bombo". Una mujer que nunca dejó de luchar por su familia, al no haber dicho no a ningún trabajo: "Ha trabajado de corsetera, de florista, de pescadera, ha limpiado casas, ha sido auxiliar de clínica dental, ha vendido colchones...".

Uno de los momentos en que Úrsula se dio cuenta del sacrificio de su madre fue cuando le confesó su sueño de ser actriz. Con tal de poder llevar a su hija de seis años a los cástings, la madre suplicaba a su jefe que le dejara la tarde libre: "Vivíamos a 62 km de Barcelona y mi madre no tenía coche ni carné, teníamos que hacer autostop para que nos llevaran hasta la estación de tren", narra la actriz.

Úrsula también aprovechó para dedicarle unas palabras a su hermana mayor, quien ha pasado momentos "muy críticos" buscando trabajo para alimentar a su hijo. La actriz ha querido, pues, hacer un homenaje a las mujeres de su vida y reivindicar, así, una vida digna con igualdad para todas las mujeres.

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