Peyu es un genio. Y punto. El cómico catalán, a quien podremos disfrutar unas semanas junto a otro genio, Albert Pla, en el teatro Coliseum de Barcelona, y a quien podemos escuchar en Catalunya Ràdio con La Renaixença, es alguien que cuando las suelta con su sarcasmo marca de la casa, te meas de la risa.
Imaginen qué puede salir de la visita que ha hecho a los de La Sotana. Allí, con Andreu Juanola, Manel Vidal, Magí Garcia y Joel Díaz, ha estado charlando un buen rato, donde, entre otras cosas, ha revelado lo que mucha gente no sabe: por qué a Peyu le llaman Peyu
El de les Masies de Voltregà, que en realitat es diu Lluís Jutglar Calvés, és conegut per tothom amb el seu nom artístic de Peyu. Però d'on ve realment? "A casa meva hem tingut restaurant tota la vida, que van obrir els meus avis fa molts anys. Restaurant 'Cal Peyu'". "Peyu no és el teu sobrenom, llavors? D'on surt això de Peyu?", li pregunten. I ell revela que "sí, però és el meu sobrenom des de petit, que em deien Peyu perquè era de 'Cal Peyu'. Peyu surt de que la casa on van instal·lar el restaurant els meus avis, hi vivia un home que es deia Pompeu. I popularment li deien 'Pompeyu'. Jo li volia posar Pompeu al meu fill, però vaig tenir una filla", admet.
En Peyu, que es de Sant Hipòlit de Voltrega, una de las cunas del hockey en Cataluña, admite también que intentó aficionarse, pero "va muy deprisa la pelota, no se ve nada, con aquella pelota que está hecha de foam, como la de los Mossos d'Esquadra". Al poner sobre la mesa el nombre de la policía catalana, Peyu confiesa que este fin de semana "me peleé con un Mosso". Evidentemente, los sotanos han querido saber por qué. "Me gritó como un auténtico quillo, en castellano". Le preguntaron si la cosa llegó a las manos y él explica que los hechos pasaron "delante del Isern, en Vic, una tienda de electrodomésticos". Él salía e iba hacia "una furgoneta de estas de los antidisturbios, y aquello que hacen que no sabes muy bien qué hacen: ¿avanzará?, ¿se parará?..."
"Paró, yo paso por el lado con mi furgoneta, y él, sin mirar si venía nadie, abrió la puerta, yo tuve que hacer un poco de 'quiebro' para pasar, no pité. Él bajó, y mi retrovisor le pasó bastante cerca, a punto de tocarle en el hombro con el retrovisor"... sigue él. "'¡¡Qué haces, nosequé!!'... 'Gilipollas' no lo dijo, pero la actitud era esa. Paré, vino, 'nosequé, nosecuantos' y yo: 'Bueno, tú has parado aquí, no has señalizado nada, has abierto la puerta sin mirar'... Yo intentando, por un momento, pensar que podía interlocutar con aquella persona...". "Te pusiste chulo, ¿eh?", le dice Magí. "Eso es exactamente la relación Cataluña-España", apunta Manel. Y Peyu: "Más tarde, con mi novia, dijimos: 'Hostia, tendrías que haber dicho: 'Hostia, de verdad, de verdad que espero no haberle tocado porque no habría nada que me supiera peor que hacerle daño a un Mosso d'Esquadra, no me lo perdonaría, que si una cosa respeto, es el cuerpo de policías de nuestro país'", dice con ironía. Peyu, maravilloso.