No tiene que ser fácil de gestionar que tu padre haya sido el protagonista de filmes como Agítese antes de usarla, La Lola nos lleva al huerto, Mi mujer me pone los cuernos... o no, Padre no hay más que dos o Los extremeños se tocan. La hija de Andrés Pajares ha tenido este sambenito en la cabeza desde que nació, por eso su vida ha ido dando vuelcos sin oficio ni beneficio.
No se sabe exactamente a qué se ha dedicado en su vida, más allá de airear los trapos sucios de la familia, con peleas constantes entre ella, el hermano y el padre. Hace unos meses Mari Cielo Pajares tocó los infiernos cuando sufría un accidente al ser atropellada acabando en el hospital con el pubis roto, 12 puntos en la cabeza y quemaduras por todo el cuerpo.
@mcpajares
Ahora, acabado el vía crucis de la recuperación, ha decidido hacer una sesión fotográfica ciertamente provocativa, para curar las heridas del cuerpo... y del corazón, dando consejos de cómo cicatrizarlo cuando se sufre una ruptura sentimental.
Cor, memento, mori firmado con sangre, recuerda que todos moriremos, donde se ve a la hija del actor desnuda, atada y amordazada como si estuviera a punto de ser torturada a la Edad Media.
Pajares explica el por qué de este simbolismo macabro: "Cada vez que una relación sentimental ha finalizado, una parte de mi muere. En este proyecto exploro cómo he muerto en cada una de ellas. Ninguno de los tormentos se ha fingido. Todo lo que vas a ver es real. Todas están firmadas con óleo rojo mezclado con mi sangre, para que puedas llevarte no solo una gráfica del dolor, sino parte de mí contigo".... Quizás el óleo rojo estaba mezclado con hierbas de la risa. No hay nada peor que alguien sin oficio ni beneficio se ponga a ser intenso.
@mcpajares
Quizás el candadito se lo tendrían que haber puesto en el cerebro en lugar de dónde lo han colocado en la foto. Una provocación de tres al cuarto. Mari Cielo ha visto demasiados montajes de La Fura dels Baus y se ha pensado erróneamente que ella también tenía el talento de Carlus Padrissa y compañía.
Miren el making off de la sesión en el siguiente vídeo. No sé si es más esperpéntico escuchar los gritos aterrorizados de agonía mientras le ataban o el inglés exagerado de la performer...
Demasiado moderno. No sé Ustedes, pero yo me quedo con Los bingueros de su padre y Fernando Esteso.