El actor catalán Lluís Homar publica en Ahora empieza todo, un libro donde recoge sus memorias, un capítulo dedicado a su experiencia con Pedro Almodóvar, quien le dirigió en dos películas: La mala educación (2004) y Los abrazos rotos (2009).

Homar asegura haber pasado "del cielo al infierno" con el director manchego. En la primera película, donde tuvo una actuación destacada, Almodóvar llegó a pedir públicamente el Goya para él como mejor actor secundario. No obstante, en Los abrazos rotos, la relación se empezó a torcer.

En esta película, el actor tenía el rol de protagonista e interpretaba a un personaje ciego por el cual se estuvo preparando cuatro meses: "Me sentía elegido, pero también tenía mucho miedo de no estar a la altura", explica Homar. El catalán relata que desde un principio las cosas no funcionaban bien y que Almodóvar no estaba contento con su interpretación.

A partir de aquí, cualquier propuesta de Homar recibía la negativa del director y el distanciamiento era cada vez más evidente. El actor se vio sumergido en una espiral de negatividad y confiesa que se tuvo que dopar para calmar su ansiedad.

Aunque Homar describe diferentes episodios donde se sintió ignorado y ofendido por Almodóvar, reconoce que batacazos como estos le han hecho crecer y que a día de hoy "ya lo ha empezado a perdonar".