Desde que ganó el prestigioso premio Look of the year organizado por la agencia Elite, ya no paró de ser una de las modelos más cotizadas del país. La gallega Laura Ponte, desde que empezó a salir delante de las cámaras fotográficas y encima de las pasarelas, no paró de triunfar. Las diferentes marcas se la rifaban. Su talento y su belleza era sinónimo de éxito, y cuando ejercía la profesión trabajó para los mejores diseñadores del mundo: Valentino, Ralph Lauren, Hugo Boss o Christian Lacroix, además de colaborar con fotógrafos del nivel de Steven Meisel, Richard Avedon o Mario Testino. A mitad de los 90, un estudio de la revista Harper's Bazaar la situó como la tercera modelo mejor pagada del mundo. Y no nos extraña.
A sus 48 años, alejada ya de las pasarelas que le dieron fama mundial, Ponte continúa ligada al mundo de la moda y el mundo empresarial. Pero con respecto a su vida personal, acaba de sufrir una sacudida importante, un problema de salud que a pesar de la gravedad, ha mostrado cómo de optimista es y cómo recibe los momentos duros de la vida con la mejor de las actitudes, cosa que no todo el mundo haría como ella.
Perforación de la córnea
Ponte tuvo que ser operada de urgencia ahora hace un mes después de sufrir la perforación de la córnea de uno de sus ojos, un hecho que le ha provocado la pérdida completa de la visión. Pero a pesar de la dureza del diagnóstico, continúa optimista a la espera de un posible trasplante: "Estoy fenomenal. No es ninguna broma no ver de un ojo, pero bueno, dentro de lo que cabe hay cosas mucho peores", ha dicho, demostrando que ninguna adversidad podrá torcerla.
Quien fue mujer de Beltrán Gómez Acebo está centrada en su recuperación y en las sensaciones del equipo médico que la trata, que confía en que finalmente todo salga bien y pueda recuperar la visión totalmente: "Primero hubo una operación para salvar el agujero que se me hizo en la córnea, luego el trasplante, que es lo que estoy esperando. Y si todo va bien, que ojalá, recuperaré la visión. Los médicos me han dicho que en cuatro o seis meses", ha dicho a El Español. Unas declaraciones valientes, toda una declaración de intenciones de alguien que tiene las cosas muy claras y que le resta importancia a cualquier argumentación estética: "No me importa nada. Mis hijos dicen que parezco un cyborg y que estoy muy guapa. A mí me da igual tener un ojo blanquito y cosidito". Un mensaje rotundo. Esperemos que todo vaya muy bien para Ponte los próximos días. De momento, sin embargo, este verano tendrán que cambiar un poco la ruta marcada y tocará hacer reposo: "Van a ser unas vacaciones muy tranquilas. Los viajes que tenía programados los he cancelado porque los destinos no eran recomendables. Un verano familiar y tranquilidad".
Todo el ánimo del mundo.