Jennifer López ha llevado el concepto de manicura a otro nivel. Mientras celebraba su 56 cumpleaños en Varsovia, sorprendió a todos mostrando unas uñas que parecen auténticos bolsos en miniatura. La responsable de esta obra fue su manicurista de confianza, Tom Bachik, quien compartió primeros planos en Instagram Stories para que nadie se perdiera el despliegue de detalles: desde rayas verdes y rojas con toques dorados hasta una diminuta serpiente, pasando por el mismísimo logo de Gucci en cada dedo.
Cada uña es una pieza única. Algunas incluyen pequeños colgantes tridimensionales, como una cereza brillante o incluso un insecto con incrustaciones, que cuelgan como si fueran charms de una pulsera de lujo. El resultado no es solo una manicura: es prácticamente una exposición de joyería en diez lienzos diminutos.
Manos que cuentan historias
Ese día, López lucía un vestido de seda blanco roto de Valentino, sandalias de tiras marrones, joyas en capas y unas enormes gafas de montura metálica. En lugar de buscar la coordinación perfecta entre look y manicura, apostó por un contraste deliberado: uñas Gucci acompañando un estilismo de Valentino. Una combinación que rompe la regla del “todo debe ir a juego” y que, sin embargo, en ella funciona como si fuera la norma.
Este estilo de uñas extravagantes ya es algo habitual en Jennifer López, que alterna manicuras minimalistas en tonos nude con estas piezas de alta fantasía. Pero cuando se lanza a lo maximalista, lo hace sin medias tintas: cada dedo parece llevar su propio bolso Birkin en miniatura, algo que encaja perfectamente con su imagen de icono del lujo.
Jennifer López ha convertido su manicura en un accesorio tan importante como sus vestidos, joyas o bolsos. Y lo hace con la misma naturalidad con la que otros eligen un esmalte discreto: como si llevar colgantes en las uñas fuera lo más normal del mundo. En sus manos, un simple diseño de uñas se transforma en tendencia, y una manicura inspirada en Gucci se convierte en la conversación de la semana. Porque, al final, Jennifer no solo lleva moda… la lleva hasta en las yemas de los dedos.