Lo que debía ser una noche de música, luces y coreografías electrizantes en Barcelona, terminó convirtiéndose en una declaración viral que ya recorre el mundo. Jennifer Lopez, la superestrella del pop y del cine, sorprendió a su público al soltar, sin filtro, que está harta de casarse. La confesión, ocurrida en su concierto del 15 de julio, llegó como respuesta a la propuesta matrimonial de un fan que sostenía un cartel pidiéndole matrimonio. La cantante, entre risas y negando con la cabeza, sentenció: “Creo que estoy harta… terminé con eso”. Y agregó: “Lo he intentado varias veces”.

El momento, que fue captado en vídeo y rápidamente se viralizó, no solo provocó carcajadas, sino que también abrió un nuevo capítulo en la eterna narrativa de la vida amorosa de la diva. JLo, conocida tanto por sus éxitos musicales como por sus turbulentas relaciones, dejó claro que sus días de novia eterna podrían haber llegado a su fin tras su reciente y mediático divorcio de Ben Affleck, con quien estuvo casada menos de dos años.

Jennifer Lopez y su ruptura definitiva con el matrimonio

La relación de Jennifer Lopez con el matrimonio siempre ha sido un festín para la prensa rosa. Antes de su efímero matrimonio con Ben Affleck —con quien ya había cancelado una boda en 2004 tras un mediático compromiso—, la cantante había pasado por varios altares. Estuvo casada con Ojani Noa entre 1997 y 1998, y más tarde con Cris Judd, de 2001 a 2003. Tras su primera ruptura con Affleck, se casó casi de inmediato con Marc Anthony, con quien tuvo a sus gemelos Emme y Max, antes de divorciarse nuevamente.

Con una lista de matrimonios que supera a muchas tramas de telenovela, JLo parece decidida a poner fin al ciclo. Ya lo había adelantado en entrevistas previas, asegurando que disfruta de su independencia y que, por primera vez en décadas, está emocionada por “volar por su cuenta”. Su mensaje en el escenario no solo confirmó esta postura, sino que la reforzó frente a miles de seguidores que corearon y aplaudieron su confesión.

Del amor imposible con Ben Affleck a la liberación personal de JLo

El divorcio de Ben Affleck, formalizada hace apenas seis meses, parece haber marcado un punto de inflexión en la vida de Jennifer Lopez. Lejos de mostrarse abatida, la estrella ha decidido usar su Up All Night Tour como plataforma para reivindicar su libertad y romper con las etiquetas que siempre la han rodeado. Durante sus shows, entre canciones y coreografías, no duda en bromear sobre su historial amoroso, convirtiendo el escenario en una mezcla de espectáculo y confesionario.

Mientras Affleck, en entrevistas recientes, mantiene un tono diplomático al referirse a su exesposa —afirmando que la respeta y deseando que no se le atribuyan comentarios negativos—, Lopez parece decidida a dejar atrás cualquier atisbo de nostalgia romántica. “No estoy buscando a nadie”, había declarado meses atrás, y su comentario en Barcelona es la confirmación más clara de que, al menos por ahora, su prioridad es ella misma y su carrera. La cantante continuará recorriendo el mundo con su gira. Sin embargo, más allá de las canciones y las coreografías, cada show parece convertirse en una catarsis pública donde Jennifer Lopez abraza su independencia y convierte su turbulenta historia amorosa en parte de su espectáculo.