El año 2012 se estrenó en TVE una serie inspirada en los Reyes Católicos, Isabel, protagonizada por Michelle Jenner, que hacía de 'Isabel de Castilla', y Rodolfo Sáncho, que hacía de 'Fernando de Aragón'. Durante dos años que duró esta serie, fueron desfilando diferentes personajes e intérpretes. Uno de ellos era el de 'Aldonza de Iborra', una noble catalana de Cervera, amante de Fernando y madre de dos de sus hijos. La actriz que le daba vida era una catalana, de Lleida, Blanca Espino:
Aquel fue probablemente su mejor momento profesional. Pero desde entonces todo ha ido de mal en peor, y es que la actriz lleva los últimos 10 años viviendo un calvario, un infierno, por culpa de la mala praxis de un cirujano. Espino, de Lleida, ha denunciado a un cirujano plástico por haberle provocado múltiples lesiones en diferentes operaciones, tal como recoge La Vanguardia, obligándola a pasar 13 veces por el quirófano después de una cirugía aparentemente simple, y provocándole secuelas tanto físicas como psíquicas. ¿En qué consistía la primera intervención? En quitar un pequeño sobrante de tejido que le había quedado después de otra cirugía a que se sometió en el 2014 por un "desgaste óseo mandibular severo" y para arreglar una maloclusión dental que arrastraba desde los 14 años.
Los problemas, apunta RAC1, llegaron cuando el doctor aprovechó la intervención para reducirle el mentón, limarle el hueso, y hacerle un lipoláser de papada y mentón, cosas que no estaban previstas y que hizo sin el consentimiento de la paciente, según dice Blanca: "Yo no le pedí nada de lo que me hizo". Una primera intervención que se hizo el año 2015 en una clínica de Lleida. El resultado, sin embargo, fue un destrozo, un desastre, empeorando la patología previa que tenía. Espino quedó sin sensibilidad en el mentón y con afectaciones también en los labios. Tan solo un mes después, el médico le inyectó un corticosteroide antiinflamatorio en los laterales del mentón, también sin consentimiento. Eso le provocó atrofia cutánea. Más operaciones con el mismo doctor para tratar de corregir lo que había hecho, pero la cosa solo hizo que empeorar, como una cicatriz que le parte el labio inferior: "Se fue abriendo y dejando una zona sin mucosa interna, quedando el labio más bajo, sin casi fuerza y ausente de toda sensibilidad y movilidad".
Un drama que ha hecho que la actriz no haya podido volver a trabajar más ni delante de una cámara ni en ningún otro trabajo. Por no hablar de las secuelas psicológicas, teniendo que ingresar tres veces en urgencias psiquiátricas entre el 2016 y el 2021, por episodios de autolesiones, y todavía arrastra depresión. Incluso, la madre de la Blanca se tuvo que vender el piso que tenía en Lleida y pedir diferentes préstamos para pagar las intervenciones a que se sometió su hija para intentar solucionar las lesiones. Y menos mal, porque después de cinco operaciones de aquel mismo cirujano, ha tenido que hacerse ocho operaciones más en la cara para tratar de reparar el destrozo. Y suerte de estas: "Estoy viva de milagro. Las intervenciones que me hicieron los otros cirujanos me salvaron de una posible parálisis facial e incluso de la muerte".
Está previsto que el juicio contra el cirujano se celebre en febrero del año que viene. "Quiero alzar la voz ya que tengo la oportunidad, porque mucha gente no puede o ya no está en este mundo por culpa de estas situaciones inhumanas", dice en el citado medio. Por su parte, el cirujano denunciado asegura que su actuación "se ajustó perfectamente a la lex artis" (concepto contrapuesto a la mala praxis), aunque está inhabilitado hasta el abril del 2026 y que muchos compañeros de profesión aseguran que es un "profesional entre comillas" y que nunca lo recomendarían.