En julio de 1997, TV3 estrenó su primer programa en directo y en late night. Un programa pensado para amenizar las noches de aquel verano y que supuso un golpe de aire innovador, diferente y que consiguió un éxito total de audiencia: Les 1000 i una.

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La propuesta de un joven Jordi González sedujo a los espectadores catalanes, que se engancharon a aquel cajón de sastre por donde pasaban personajes de todo tipo, y que fue el precursor de muchos otros lates de la casa desde entonces, y que después se exportó a otras cadenas, como Vitamina N, también con Jordi González, en City TV. Les 1000 i una será recordado por muchas cosas. Por la propuesta, nunca vista entonces en TV3, de hacer actualidad, entretenimiento y temas 'nocturnos'. Por los cánticos del público en plató cuando aparecía el presentador ("Joooordi, Joooordi"). Por el sofá blanco inflable donde hacía las entrevistas a los VIPS. O por el botijo gigante lleno de agua que el presentador fue capaz de mover, derramando agua por todo el suelo del plató, imagen que ya es historia de Televisió de Catalunya.

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También, por los colaboradores que aparecían en torno al presentador catalán. Personas reales, como los hermanos Villas, Santi y Thaís, Marc Giró o Àdam Martín, pero también personajes inolvidables. La 'Mamen', una chica del público muy optimista, positiva y motivada, que se queda a trabajar en el programa y que repartía trofeius, a quién le daba vida la actriz Elena Fortuny. La irónica 'Consol Cirera', interpretada por la 'cubana' Mont Plans. El científico despistado 'Germà Jové', que tenía los rasgos del actor Xavier Bertran (después, Lo Cartanyà) o la deslenguada 'Catalina Tomàs', alter ego de la mallorquina Eva Barceló. También es inmensamente recordado el personaje de 'Arnau Godàs'.

apolillad godas

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Un joven estirado, un pijo de familia rica, que iba por la vida con un deje de menosprecio por el resto de los mortales y que hablaba con condescendencia hacia la clase trabajadora. Un personaje que hacía las delicias del público, por sus salidas espontáneas y porque a menudo decía las verdades, con una soberbia odiada y querida a partes iguales. El actor que lo interpretó es Jumon Erra.

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@jumon_erra

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Después de su paso por el mítico programa de TV3, Erra formó la compañía teatral La Danesa, precisamente con Elena Fortuny, compañera en Les 1000 i una, y recientemente, se le pudo disfrutar en la obra Assaig sobre la lucidesa, en el Teatro Akadèmia. Pero donde se ha demostrado que de lucidez no van sobrados, es en las autoridades y en los que han decidido que después de la pandemia, se produzcan según qué imágenes vergonzosas en según qué escenarios. Sobre todo, si las comparamos con otras. El intérprete ha asistido a una representación en el Instituto del teatro y lo que ha visto en la platea lo ha deprimido, irritado e indignado a partes iguales:

Él mismo añade que "faltaban nada 10 personas para entrar y las entradas agotadas... y los alrededores los metros los aviones a reventar". Más razón que un santo. Una queja que ha recibido muchos comentarios en la misma línea: