Vivimos en una época en que la tecnología cada vez tiene una influencia mayor en nuestro día a día. Lugares recónditos que creíamos incomunicados han sido conquistados por la era del WiFi; incluso el Everest, donde dentro de seis meses se instalará una red gratuita, ha caído en la tentación.
Ni en vacaciones nos libramos: whatsapps, correos electrónicos, redes sociales... Conseguir una desconexión total se ha convertido en casi una utopía, pero existen lugares del mundo donde ello todavía es posible.
La Selva Negra (Alemania)
Situado en el suroeste del país, es uno de los grandes paisajes europeos que con el paso del tiempo también se ha convertido en un destino turístico natural. Llama la atención su densidad forestal, compuesta en gran parte por abetos y pinos. Un destino donde perderse.
La isla de Palawan (Filipinas)
Esta exótica isla está considerada como una de las mejores del mundo por sus paisajes y sus aguas. Un lugar interesante donde escapar de la rutina, ya que el acceso a Internet es (casi) nulo.
El desierto del Sáhara (África)
A pesar de que las zonas fronterizas donde hay más turismo -sobre todo por el lado marroquí- sí disponen de conexión, la mayor parte de su extensión todavía es virgen en este aspecto. Puedes comprobarlo de primera mano.
La Patagonia (Argentina y Chile)
Una de las localizaciones que te permite un contacto más directo con la naturaleza. Sus montañas e increíbles glaciares te harán desestimar el poco Wifi que puedas encontrar.
El Gran Cañón (Arizona, Estados Unidos)
La señal telefónica y de Internet es escasa, y el único punto donde encontrar conexión gratuita es en la tienda general del Parque Nacional. Ni los correos del trabajo ni los mensajes de amigos insistentes podrán interrumpir una de las vistas más privilegiadas del planeta.
Así pues, aún quedan sitios fantásticos en el mundo donde todavía es posible desconectar y mantener cualquier tipo de dispositivo tecnológico alejado, pero la pregunta es ¿sobreviviríamos dos días sin conectarnos?