La ciencia avanza, pero pocas veces se escuchan declaraciones tan contundentes como las del Dr. Mario Alonso Puig, quien ha asegurado que la inflamación “está en la génesis, es decir en el origen, de todas las enfermedades”. Una sentencia que, lejos de ser alarmista, describe lo que médicos e investigadores están confirmando: la inflamación crónica de bajo grado se ha convertido en una epidemia global, invisible y devastadora.
En su pódcast, emitido en su canal de YouTube y en compañía de Alberto Herrera, el cirujano y conferencista internacional explicó cómo este fenómeno, aparentemente inofensivo, podría ser la chispa que desencadena patologías tan graves como el Alzheimer, el Parkinson, la diabetes o incluso el cáncer.
Inflamación crónica: el asesino oculto de la sociedad moderna
Según Puig, la inflamación silenciosa no se manifiesta con señales espectaculares, sino con pequeños desequilibrios internos que se mantienen en el tiempo. Tal como ocurre con la hipertensión arterial, muchas personas no saben que están enfermas hasta que es demasiado tarde. El problema, advierte el doctor, es que el sistema inmune —nuestra defensa natural— comienza a confundir enemigos y termina atacando células propias, generando un deterioro progresivo y difícil de detectar.
“La inflamación crónica de bajo grado es una epidemia, sobre todo en países desarrollados. Y lo que pasa es que no se le ha dado tanta importancia porque es muy sutil”, subrayó el especialista, destacando que la mala alimentación, el estrés y la contaminación son los tres detonantes más peligrosos. Y aunque pueda parecer un mal menor, lo cierto es que este estado inflamatorio abre la puerta a enfermedades degenerativas y cardiovasculares, arrasando silenciosamente con la salud de millones de personas en el mundo.
La microbiota: tu ejército secreto contra la inflamación
Uno de los puntos más importantes de la entrevista fue la relación directa entre la microbiota intestinal y el nivel de inflamación en el organismo. Puig recordó que nuestro “segundo cerebro”, ubicado en el tubo digestivo, controla la entrada de sustancias peligrosas en el organismo. Cuando esta barrera intestinal se debilita —ya sea por exceso de azúcar, harinas refinadas o grasas trans— el sistema inmune entra en estado de alerta permanente, generando un círculo vicioso de daño celular.
De acuerdo con sus declaraciones, si no cuidamos nuestra microbiota, estamos condenados a vivir en un estado de inflamación continua. Así que, para revertir este estado, recomienda una dieta basada en vegetales, pescados de calidad, huevos de campo y alimentos naturales, eliminando por completo productos ultraprocesados que contienen grasas trans. Además, insiste en que hábitos simples como reducir el tabaco, evitar ambientes contaminados y practicar ejercicio moderado pueden marcar la diferencia.
El mensaje final del Dr. Mario Alonso Puig, recogido en el pódcast, fue sorprendentemente optimista: “El organismo tiene una capacidad increíble de recuperación”. Incluso enfermedades graves, como la obstrucción arterial, pueden revertirse con cambios de estilo de vida. Para lograrlo, propone un ejercicio de visualización: pensar en el “yo del futuro”, ese que agradecerá cada decisión saludable tomada en el presente. La reflexión no deja indiferente. En un mundo donde las prisas, el estrés y la mala alimentación gobiernan, el enemigo más peligroso no es visible, pero está en nuestro interior. La inflamación crónica se convierte así en el verdugo silencioso de la salud moderna, y solo con disciplina, conocimiento y hábitos conscientes podremos detener su avance.