El ojo del amo engorda el ganado, dice el dicho popular. En la restauración sucede mucho este fenómeno. No es lo mismo cuando el cocinero y/o dueño está siempre en el local, dándole alma a la cocina y/o a la sala, que cuando no está. En los años 80, Paul Bocuse, fue el primero de los grandes chefs estrellados que se dio cuenta que su marca podía darle mucho más dinero si la expandía mundialmente. Así fue como abrió restaurantes aquí y allí, pero según los críticos del momento, así fue también como su restaurante original de Lion perdió una parte de su alma. No es que dejara de ser bueno, simplemente, ya no era lo mismo.

Eso lo sabe muy bien Carlos Claverie, un importante exdirectivo hotelero que decidió hace un par de años hacer realidad su sueño montando un pequeño restaurante de autor, el Le Ciel, en el coqueto barrio de Sarrià. Personaje ingenioso, cocinero efectivo y con esa formación hotelera tan ligada a estar atento al deseo y la felicidad 360º del cliente, Carlos se encarga de las compras, de realizar y supervisar todos los platos, así como de ir mesa a mesa preguntando muy educadamente por el resultado. Así pues, el Le Ciel es un sitio con mucha alma, un sitio de autor.

Local pequeño como pocos, en una callecita peatonal de Sarrià, muy acogedor, haciendo honor al nombre francés y al barrio en el que está. Paredes blancas, espejos y sillas con almohadilla, blancas también. Familiar pero romántico, sencillo pero agradable, el Le Ciel tiene una clientela de barrio, que va a tomar las recetas de Carlos, basadas en buen producto e ingenio sin innovación. De hecho, recomendamos que Carlos os enseñe la cocina, en la que… ¡no hay fogones! No vamos a desvelar su secreto, aunque seguro que si se lo preguntas te lo explicará. Es brillante.

Y ahora que sabes que no tiene fogones te explicamos el exquisito menú. Toca muy buen producto de marisco, así que empezamos con unas ostras fine de Claire, unas bocas de centollo de Alaska y unos boquerones en aceite, que hace él mismo. Claro, hasta aquí solo hay producto, impecable y bien de precio, pero solo producto.

Ostras y bocas de Alaska

Boquerones en aceite

Vamos a por los platos de fogón. Bueno…de no fogón en este caso. Supergarbancitos (el editor de texto dice que no existe esta palabra, pero así se entiende mejor) con bacalao y alioli. Un excelente y delicioso plato, con un alioli ligero de textura y sabor que recubre los garbanzos mini, y que acompaña al bacalao fresco y desmenuzado. Exquisitamente sencillo. Seguimos con un costillar de cerdo, que se deshace y que se acompaña de una mermelada roja perfecta. Por último unos canelones de “rostit” trufados, que son impecables. Cariño, dedicación minuciosa y buen producto puede que no merezcan un premio gastronómico, pero sí brindan una intensa satisfacción.

Garbanzos con bacalao y alioli

Costillar de cerdo

Canelones de “rostit” trufados

Postres en la línea. Tocinillo de cielo generoso, vean si no la imagen, y un tiramisú que sirven templado y en su punto de mascarpone perfecto. Carta corta, pero sin fallos. Todo es apetecible cuando lo lees, todo es lo que querías cuando lo comes.

Tocinillo de cielo 

Tiramisú 

Café irlandés

Local diminuto, alma infinita. Cocina tradicional sin experimentos, placer asegurado. Un paseo por el barrio después de esos manjares, te va a hacer llegar a casa muy contento. Y volverás. Te descubrimos hoy, un singular rincón de Sarrià. ¡Corre, ve!

Puntuación
Comida   Vinos
66   65
Servicio   Local
64   63
Precio   Estrellas Miguelín
40€  
Por persona: 1 entrante, 1 principal, 1 postre, 1 copa de vino  

On és Le Ciel?

Dirección: Carrer de Cornet i Mas, 49, 08017 Barcelona

Horario: domingo 12:00–16:00, lunes cerrado, martes 11:30–23:30, miércoles 11:30–23:30, jueves 11:30–23:30, viernes 11:30–23:30, sábado 11:30–23:30

Teléfono: 93 280 15 25

Webhttp://www.leciel.es/es/leciel.php