Vuelve la polémica a Francia con el burkini. Después de que hace unos días se anulara el "día con burkini" que se iba a organizar en un parque acuático de Marsella, ahora la controversia llega a Cannes, que ha prohibido el uso de este tipo de bañador en sus playas.

Imagen: Shutterstock

"En nombre de la laicidad y para evitar posibles disturbios" ha sido el pretexto con que se ha puesto fin a la permisión del uso de burkinis en este localidad de la Costa Azul. El veto, por cierto, en ningún momento menciona la palabra burkini, ni ningún concepto parecido como podría ser "bañador femenino islámico", sino que se limita a decir que una prenda de ropa que "manifieste de forma ostentosa una pertinencia religiosa, cuando Francia [...] es actualmente objetivo de ataques terroristas, puede provocar disturbios del orden público".

Aunque no se ha interpuesto todavía ninguna multa, que se sancionaría con 38 euros, no son pocas las críticas que han aparecido en torno a la decisión del alcalde de Cannes. La más destacada a estas alturas es la de la portavoz de la Federación de Musulmanes de la región, Feiza Ben Mohamed, que en una serie de tuits ha arremetido contra la decisión. El primero de los tuits recuerda que llevar burkinis no está prohibido por ley:

Después de la polémica, el alcalde de Cannes, David Lisnar, ha alzado la voz para declarar al medio local Nice Matin que "simplemente" se ha prohibido un uniforme "que es símbolo de extremismo islamista". En la misma línea se ha expresado el director general de servicios del ayuntamiento de la ciudad, Thierry Migoule, en Francetv.info, donde ha sentenciado que la prohibida prenda de ropa es "un símbolo de adhesión al islamismo".