Mientras muchos a duras penas puede comprarse una vivienda media, hay casas que llegan a hasta precios insospechados. Y que buscan comprador.

Un buen ejemplo es esta mansión de Bel Air (Los Ángeles), que se ha convertido en la residencia más cara de la historia de los Estados Unidos. Tiene 12 habitaciones, 21 lavabos, tres cocinas, una piscina, obras de arte, una pista de bolos, una sala de cine, un helicóptero y una colección de vehículos valorada en casi 30 millones de euros... El valiente -y multimillonario- que compre la casa, casi no hará falta que salga de ella para el resto de sus días.

El precio de la mansión es de 250 millones de dólares o, lo que es lo mismo, 234.5 millones de euros. Para hacernos una idea, nos harían falta 733 décimos del número premiado con el gordo de Navidad para poder pagarnos la casa (son 320.000 euros el décimo, dejando a un lado la cantidad que se entrega a Hacienda).

La mansión, una creación del magnate Bruce Makowsky, tiene cuatro pisos, 11.500 metros cuadrados y necesitó a 300 trabajadores durante cuatro años para levantarla. Según recoge Bloomberg, el constructor tiene claro que habrá "algún multimillonario" que querrá adquirirla.

El estratosférico precio que piden por la casa no sólo incluye la mansión, sino el servicio de siete trabajadores domésticos durante dos años. Veremos quien es el nuevo dueño.