"La tierra tira mucho", se suele decir, y seguro que era el caso de Antonino Fernández, productor de la cerveza Corona, que en vida lo dio todo por Cerezales del Condado, su pueblo natal en León. No ha pasado lo mismo con la herencia dejada, que ha sido para sus hermanos de sangre, a pesar de que se anunciara que iría a las arcas públiques.

La historia de Antonino viene de lejos. Hijo de una familia humilde y con 13 hermanos, la pobreza le llevó a abandonar la educación a los 14 años y a decidir probar suerte en México. Y la encontró.

Tras poner los pies sobre suelo americano, el hombre pudo participar en la fundación del Grupo Modela, productor de la cerveza Corona, que en el Estado español se conoce como 'Coronita'.

La vida de Antonino en México, al menos en la cuestión económica, ha estado llena de éxitos, pero los que le conocían dicen que él no cambió. Millonario atípico, poco gastador y discreto, prefería estar con la gente próxima que "malbaratar" el dinero.

Antonino, reconocido en vida. Imagen: Cyltv / Youtube

Según se ha podido saber ahora -murió en agosto- no habría dejado herencia al pueblo, como se había dicho, pero no se puede negar que Antonino dejó una gran huella en vida. El productor de Corona contribuyó en los entornos educativos, culturales y sociales de la provincia. "Nunca hemos tenido una peseta. No sé qué habríamos hecho sin Antonino", ha confesado al propietario de un bar del pueblo al Diario de León.

La carrera empresarial y tarea humanitaria de Antonino le han llevado a recibir varios reconocimientos en vida, entre los cuales están las medallas de honor y de mérito militar, así como la Medalla de Oro de la Ciudad de León en el 2005, año en que también obtuvo el reconocimiento de Empresario Leonés en el extranjero.

Con todo, seguro que Antonino será recordado durante mucho tiempo en el pueblo que lo vio nacer.