Hannelore K. es una señora de 91 años que hace un mes acudió el Museo Neues de Nuremberg (Alemania). La visita, que se habría previsto tranquila, como la del resto de visitantes, acabó con la policía interrogando a la mujer.

La cuestión es que la nonagenaria se tomó en serio un cuadro -en el que hay representado un crucigrama- que iba acompañado del escrito "Inserta las palabras". La mujer acabó completando parte de las palabras cruzadas, y así 'adornó' este cuadro pintado en el año 1977 por el artista Arthur Köpcke, y valorado en 80.000 euros.

La historia, sin embargo, ni mucho menos acaba aquí. Una vez la mujer se entera de que el museo ha borrado las palabras que ella escribió en el cuadro, ahora se dispone a reclamar los derechos de autores por la parte de la obra que cree que le pertenece. Según la señora -y las 7 hojas de explicación que ha presentado su abogado -, su cliente "ha incrementado el valor" del cuadro, y ha llevado a conocer al verdadero autor de la obra a un "público más amplio".

La mujer y su abogado consideran, en definitiva, que los derechos de autor de la obra son "compartidos".

Imagen: Wikipedia

Este hecho recuerda al caso Ecce Homo, que dio la vuelta al mundo y, por el que Cecilia Gómez, la mujer que retocó el cuadro, se ha acabado haciendo beneficiaria del 49% del dinero recaudado en productos relacionados con la obra (camisetas, tazas...). ¿La razón? Pues que la inesperada modificación del cuadro ha llevado a muchos curiosos a visitar tanto la obra, como el pueblo donde está expuesta, Borja (Zaragoza).