El pasado año, el Palacio de la Zarzuela adoptó un aire de complejo hotelero, tal como comentó el propio Felipe VI entre los suyos. Algunos miembros de la familia, como los Urdangarin y los Marichalar, optaron por residir temporalmente en lo que parecía un alojamiento de lujo. Irene Urdangarin, que inicialmente tenía previsto continuar sus estudios junto a su madre, la infanta Cristina, en Ginebra durante otros cuatro años, vio alterados sus planes al no superar el proceso de admisión de la Universidad de Lausana, donde deseaba cursar Administración y Dirección Hotelera. A pesar de haber completado las prácticas requeridas, no logró entrar, y esto la llevó a replantearse su futuro. Optó por tomarse un año de pausa y se trasladó a Madrid, donde encontró refugio junto a la reina Sofía en la Zarzuela.

Aunque se asocie a los monarcas, la residencia no pertenece exclusivamente a los reyes, sino a toda la familia Borbón, por lo que es accesible a sus miembros. Felipe VI, sin embargo, había mandado construir una vivienda independiente, conocida como el Pabellón del Príncipe, a unos 900 metros del palacio original. Ahí vive con la reina Letizia y sus hijas, y el acceso a este espacio está restringido incluso para el resto de la familia. Aunque están dentro del mismo complejo, son espacios separados. La llegada de Irene, sin embargo, generó cierta inquietud en términos de seguridad.
Poco después de la llegada de Irene, su hermano Miguel también se unió a ella tras abandonar temporalmente sus estudios debido a una lesión que sufrió mientras se preparaba como instructor de esquí. Con el tiempo, ambos se mudaron al Reino Unido, donde viven actualmente con su hermano mayor, Juan Urdangarin. La infanta Cristina, tras un fuerte desencuentro con Felipe VI, les pidió que abandonaran la Zarzuela, en parte para protegerlos del escrutinio público. Además, con la llegada estival de Leonor y Sofía, se buscaba evitar encuentros incómodos entre primos.
Irene Urdangarin quiere dejar la universidad e instalarse en Madrid
En lo que respecta a su futuro, Irene aún está indecisa. Sus estudios en Oxford sobre organización de eventos no han resultado ser lo que esperaba. Algunas materias no le han ido bien y ha expresado a su madre su intención de quizá no continuar. A esta decisión se suma su vida personal: su cercanía con Juan Urquijo, residente en Madrid, la lleva a plantearse un cambio de rumbo. Mantener una relación a distancia le resulta complicado.
Según ha informado a la reina Sofía, Irene tiene previsto regresar a Madrid en junio, al finalizar el curso académico. Planea pasar allí el verano, aunque también se tomará un tiempo para descansar fuera. Lo que inquieta a algunos es que sus pertenencias llegarán antes que ella, en camiones de mudanza, lo que sugiere que su regreso podría no ser tan temporal como aparenta. Este es el mayor quebradero de cabeza de Letizia. Los Borbón cerca con sus hijas por ahí.
