Victoria Federica vuelve a ponerse en el foco mediático sin ser la culpable de nada, solo una beneficiaria en la sombra. La hermana de Froilán ha protagonizado muchos titulares por su adolescencia temeraria o sus amoríos. A día de hoy está mucho más centrada, aunque para la desgracia de la corona ha decidido hacerse famosa e influencer, ha participado en varios programas de televisión y tiene una gran repercusión en redes sociales, es una de las mejor pagadas.

La hija de la infanta Elena todavía vive en casa de su madre y ahora con todo el dinero que ingresa por sus colaboraciones y participaciones vive como una auténtica reina, nunca mejor dicho. Por ahora no quiere dar el paso de independizarse, y es que no ha encontrado al amor de su vida, ni tampoco sabe donde estará el día de mañana. Hay un motivo de peso a todas estas decisiones, y es que Victoria Federica recibiría dinero de Juan Carlos I, y no sería la única.
El emérito tiene cerca de dos mil millones de euros, una cantidad multimillonaria que le permite vivir tranquilo. Sin embargo, con esta cantidad sus herederos tendrían que pagar cantidades millonarias, dependiendo en muchos casos del grado de proximidad con el difunto. En el caso del emérito las únicas herederas oficiales serían las infantas Elena y Cristina, ya que Felipe VI habría renunciado a la herencia para garantizar el futuro de la corona. Marta Gayà y la reina Sofía también figurarían en este testamento como unas beneficiarias menores.
Juan Carlos I paga 10.000 euros a todos sus nietos para distribuir su patrimonio
Lo curioso es que en el testamento también figuran sus nietos, por lo menos los hijos de las infantas Cristina y Elena. Según las últimas informaciones, Juan Carlos I pagaría 10.000 euros a todos sus nietos todos los meses, unas transacciones desde Suiza para evitar a la Hacienda Pública. Y ese sería uno de los verdaderos motivos.
Victoria Federica figuraría en la trama empresarial de Juan Carlos I en Abu Dabi. Aunque el emérito vive en Portugal ahora mismo, todavía no ha cambiado su residencia fiscal. Froilán sería el testaferro de la infanta Elena, Cristina no se instalará definitivamente en Barcelona hasta la muerte de su padre, Marta Gayà también reside en Suiza, y sus nietos también heredaría desde Suiza, así nada de su dinero pasa por las manos de la Hacienda Público.
