Zarzuela no pasará a la historia por cómo resuelve los conflictos con los recién llegados a la Familia Borbón. Todos los matrimonios están mal gestionados. La salida de Jaime de Marichalar fue turbia, con guerra sucia y acusaciones de consumo de cocaína del entorno de la infanta Elena filtrados en una revista afín. Letizia sigue siendo una suela en el zapato 20 años después de ser princesa, con la amenaza de Jaime del Burgo, el amante que la reina ha introducido en Palacio por la puerta de atrás y que amenaza con hacerlo estallar. Y queda Iñaki Urdangarin. El que tenía que ser el yerno perfecto, sin la caspa Marichalar y sin el pasado de Letizia Ortiz, ha acabado siendo el peor parado. Ha estado en prisión para robar, con Zarzuela haciendo ver que miraba a otro lado. Pero le permitieron. Iñaki no hacía nada que no hiciera Juan Carlos: el rey cobraba comisiones multimillonarias aprovechándose de su cargo e Iñaki hizo lo mismo. Pero creyó que tendría la misma protección que el monarca. Ingenuo y estúpido, cayó en el ostracismo: redadas policiales en sus oficinas, juicio, prisión y ahora es una paria social. Ni sus hijos saben exactamente cómo tratarlo.
Iñaki vive ahora en libertad, esta semana cumple su condena por el caso Noos, y por este motivo el diario más leído de España, El País, le dedica un artículo extensísimo donde revela algunas confidencias poco sabidas, como la tensa discusión en tres entre Iñaki Juan Carlos y Felipe al revelarse el caso Noos, en otoño de 2011. Felipe le impuso cinco condiciones a Iñaki para salir del paso, e Iñaki no cumplió ninguno: "En esa época el rey Juan Carlos y el entonces príncipe de Asturias se reunieron con Urdangarin para pedirle una declaración en la que desvinculara a la infanta Cristina de cualquier relación con las operaciones de Nóos. Le habrían planteado cinco exigencias: pedir perdón, poner el palacete de Pedralbes a la venta y depositar ese dinero en un lugar público para hacer frente a sus responsabilidades, declarar su inocencia, desvincular a su esposa y sacar a la Casa Real de cualquier relación con el caso. Según Apezarena, el duque no aceptó deslindar a la Casa y la familia real, no aplicó lo de poner dinero a disposición de la justicia y filtró su respuesta a la agencia Efe". De las 5 solo acabó cumpliendo una: venderse la Torre de Pedralbes y por pura necesidad: se marcharon a vivir a Washington y en Ginebra y en la casa de Barcelona no vivía nadie. Y un detalle curioso tantos años después: Urdangarin no ha pedido perdón. Nunca ha creído que sea culpable de nada porque Zarzuela y el secretario de las infantas lo supervisaba todo.
Hay otra curiosidad poco explicada, dos grabaciones de Urdangarin nunca vistas, una por escondida y otra por cancelada: "Iñaki Urdangarin ha querido contar su verdad en al menos dos ocasiones. En 2011, llegó a grabar una alocución a los españoles y la envió a la Casa del Rey con la intención de que se divulgara. Nunca se emitió. El año pasado, Jordi Évole tuvo un set montado en la casa de los Urdangarin en Ginebra para una entrevista. Según el periodista, la cancelaron en el último minuto". Pero lo mejor de la pieza del periodista Martin Bianchi es cuando reconoce la otra gran mentira que nos han querido colar desde Zarzuela, el supuesto desacuerdo económico entre Cristina e Iñaki por el divorcio y la cifra ridícula que dicen que cobra de pensión de divorcio, rondando los tres mil euros. No cuela. Desde que cobra la pensión ya no busca trabajo. Tiene la vida solucionada. Recibe una cifra descomunal a cambio del silencio. Quien habla queda silenciado, Marichalar, Del Burgo e Iñaki. Todos callados. El vasco en hombre libre y rico. Un trepa social, el paradigma del braguetazo español. En el fondo, un pobre hombre.