La próxima visita de los reyes Felipe y Letizia a los Estados Unidos despierta la misma pasión en los norteamericanos que la de un ficus. El 19 de junio, los Trump recibirán a los monarcas españoles en la Casa Blanca por primera vez desde que el hombre con un nido en la cabeza es presidente. Pero la visita parece que pasará con más pena que gloria, como mínimo, para los americanos.
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En los Estados Unidos, eso de las monarquías no les hace perder el sueño. La única que tiene cierto aire de glamour en un país acostumbrado en la parafernalia y los fuegos artificiales es la británica. Y no sólo porque Meghan Markle es una compatriota. Para ellos, España es un país más. De hecho, los tabloides norteamericanos están más intrigados en el duelo estilístico de Letizia y de Melania que no en lo que puedan hablar Felipe y Donald. La mujer de Trump es una it girl, una primera dama comprometida e interesada por el mundo de la moda. Y curiosamente, la reina española es vista como un icono estilístico internacional, uno de los referentes de Melania con respecto a looks.
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¡Incluso, la revista 'Hola!', en su versión norteamericana, destaca que "Melania Trump se encontrará cara a cara con una reina en la vida real, e icono de la moda". Lo más curioso, sin embargo, de la información, es que aseguran que "la mujer del presidente Donald Trump recibirá a su invitada en la Casa Blanca y tomarán el té en una Royal Tea Party, un pasatiempo que le encanta a la realeza".
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Es tan poca la expectación que este es el único detalle de la agenda de la visita que ha sido confirmado, de momento, por el director de comunicación de la primera dama. Y quedan sólo diez días para la visita. Vaya, que la visita de los reyes no tiene pinta de una recepción apoteósica al estilo de Bienvenido Mr. Marshall. Un té con cuatro pastas y para de contar. Letizia y Melania se sentarán en uno de los salones de la residencia presidencial, en una costumbre que forma parte de estos acontecimientos. De hecho, Letizia ya lo hizo en el 2015 con Michelle Obama de anfitriona.
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Lo que sorprende, sin embargo, es que no haya agendados más actos oficiales dedicados a los reyes. En otras ocasiones, con miembros de otras familias reales, la Casa Blanca organizó actos profesionales de carácter benéfico o social, vinculados a las parejas de los jefes de estado. El año pasado, sin ir más lejos, Melania se llevó a Rania de Jordania a una escuela concertada femenina en Columbia.
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Veremos qué da de sí el té con pastitas y si cuando acaben, Melania y Letizia son tan amiguis como con la anterior inquilina de la Casa Blanca, una Michelle Obama que se refirió a la reina como "amiga" durante una visita a Madrid de hace dos años. La ex primera dama sí que preparó una agenda apretada para su partenaire, y se la llevó a Mount Vernon a rendir un homenaje a George Washington o a la Biblioteca Nacional Fred W. Smith. Veremos qué da de sí la apasionante visita de los reyes a los Trump.