El rey Juan Carlos I y su hijo, Felipe VI, inauguran hoy las nuevas cubiertas del barco Juan Sebastián Elcano. Un barco con mucha historia y sobre todo mucha relación con la familia real.

El abuelo del Rey, Juan de Borbón, vivió allí durante un mes: haciendo una travesía desde Hawaii hasta las Filipinas. El emérito siguió su ejemplo en 1957 realizando una formación de marinero durante cinco meses. Pero también el rey Felipe hizo una instrucción en este barco hace ahora treinta años.

 

De estos seis meses del monarca en alta mar ahora se saben unas cuantas cosas, con algunos titulares muy jugosos. El País publicó una crónica en 1987, comentando cómo era su vida a bordo al lado de los 318 compañeros. Y más adelante se comentó en un libro de José Antonio Alcina sobre la formación del Rey, cuando saldrían a la luz más cosas. Ninguna de ellas, por eso, llegó al nivel del bombazo de su padre tirando por la borda de un yate a su amante cuando se presentó la reina Sofía por sorpresa. Parece que el hijo aprendió de los errores, y de la promiscuidad, de su padre.

Se explica que intentaron que lo trataran durante toda su estancia como uno más, dejando de lado los protocolos. Vanity Fair hace hoy una recopilación de todo lo que se dijo por entonces, destacando que Felipe caía "muerto de sueño" después de la intensa jornada marinera.

Felip VINO a Juan Sebastian Elcano GTRES

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Ahora bien, obviamente no desperdició la oportunidad y vivió la experiencia al máximo en todos los sentidos. Interviú publicó un extenso reportaje asegurando que el Rey habría bajado a Río de Janeiro con una presunto novia que habría conocido en un cabaré. Pero eso no es todo, y es que el escolta que tenía habría pedido refuerzos a la Policía Nacional para conseguir llevarlo al barco porque las jovencitas lo perseguían en cada puerto y en cada discoteca que pisaba.

Al llegar a la República Dominicana, los diarios lo nombraron  "Felipe el Hermoso". Después de una investigación sobre su vida amorosa, habrían descubierto que sólo un año antes de entrar en el barco fue cuando sufrió su primer desengaño amoroso. "Con su natural seducción, sin ningún tipo de duda heredada de su padre, es probable que el príncipe empiece a aparecer en las crónicas de la jet-set como uno perfecto devastador de corazones", decía el diario Última Hora.

Un Felipe VI joven y marinero que habría triunfado entre las mujeres.