Este fin de semana, tal como avanzó En Blau, el rey Felipe VI decidió marcharse bien lejos de Madrid aprovechando que Cibeles estaba llena de independentistas. ¿Y dónde fue cuando las calles de la capital estaban llenas de catalanes? A Catalunya. Concretamente a las pistas de Baqueira para hacer unas bajaditas, después de cuatro años sin pisar la nieve leridana. Fue sin una reina Letizia que no comparte la misma pasión que su marido y que cuando ha tenido que ponerse los esquíes, lo ha hecho a disgusto.

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Sin su mujer, ¿con quien ha ido Felipe a la estación catalana? Con amigos como Pedro López-Quesada, marido de su prima Cristina de Borbón-Dos Sicilias, con su primo-hermano Beltrán Gómez-Acebo y con un grupo de amigos. El monarca fue hacia allí saliendo el viernes por la tarde desde Madrid y yendo por carretera hasta la Vall d'Aran. Explica el diario ABC que a medio camino pararon a hacer una merienda a una estación de servicio de Barbastro, provocando la estupefacción de los clientes y los trabajadores. ¿Dónde hicieron noche? En La Pleta, una casa cedida a la familia real desde 1984 por los empresarios de la estación, una casa que está a la disposición de los Borbones durante todo el año y que no utiliza nadie más.

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Sábado, después de esquiar en un soleado día, el rey comió en el restaurante Cinco Jotas, que se encuentra a pie de pista. Según unos testigos, a su llegada fue recibido con gritos de "¡Viva el rey!" y aplausos por parte de los camareros y responsables del establecimiento, haciéndose fotos con quien se lo pedía. Después del baño de multitudes, Felipe ya puede volver tranquilo a Zarzuela, que hoy no se encontrará ninguna manifestación independentista cuando vuelva a las calles de Madrid.