La reina emérita Sofía, como cada año, se prepara para trasladarse al palacio mallorquín de Marivent. No obstante, este año, la ex monarca llega a Mallorca con el ánimo golpeado. Su hermana Irene, que siempre ha sido su compañera silenciosa, atraviesa un momento delicado de salud. Apenas puede moverse sin ayuda y su estado preocupa profundamente a la reina. A esa tristeza se suma el distanciamiento con sus tres hijos, que se ha hecho más evidente que nunca tras la publicación de las memorias del rey Juan Carlos I.
Felipe VI considera el libro un grave error: una maniobra innecesaria que solo puede reavivar el malestar público hacia la monarquía. Por el contrario, sus hermanas, la infanta Cristina y sobre todo la infanta Elena, han respaldado la iniciativa, reafirmando su apoyo incondicional al padre. El resultado: no se hablan. La relación entre los hermanos está completamente rota. Felipe y Elena llevan semanas sin dirigirse la palabra y con Cristina la comunicación es fría y forzada.

Familia dividida
En medio de este escenario sombrío, Sofía se instalará allí el próximo 15 de julio. Y según Trendencias, no lo hará sola. Inicialmente compartirá estancia con su prima Tatiana Radziwill y con la princesa Alia de Jordania.
Días después, una vez se marchen, harán acto de presencia los reyes Felipe VI y Letizia. Y como también viene siendo habitual, harán una recepción para algunas de las personalidades más destacadas de la isla. La estancia de los reyes será corta. Y durante los últimos días de esta, está previsto que acudan la princesa Leonor y la infanta Sofía. Ambas, junto a Sofía y Letizia, se dejarán ver paseando por algún mercadillo de la isla. Si, este año también sacarán a la abuela a pasear a 40 grados de temperatura.

Felipe y Letizia vetan al resto de la familia en Marivent
Pero esta corta presencia de su hijo y sus nietas no aportará mucha felicidad a Sofía. Lo que de verdad le haría feliz es que coincidieran allí todos sus nietos: Leonor, Sofía, los Marichalar y los Urdangarin. Sin embargo, eso no pasará. De hecho, Sofía ya lo ha intentado en los dos últimos años, pero sin éxito.
El motivo principal es que Felipe y, sobre todo, Letizia, no quieren que sus hijas coincidan con ningún miembro del resto de la familia. Los reyes se lo han dejado claro a la emérita: mientras ellos y sus hijas estén en Marivent no quieren a nadie más por allí. No quieren dar de qué hablar a la prensa y tampoco generar ambientes cargados de tensión. Al fin y al cabo, los Marichalar y los Urdangarin no tienen ninguna relación con los reyes y mucho menos con sus hijas. La presencia de todos juntos en Marivent no tiene razón de ser. Una postura que ha provocado más tristeza en Sofía y le ha costado una fuerte discusión con su hijo antes de marcharse de Zarzuela. Felipeni siquiera le ha dejado intentar juntarlos a todos.