Máxima preocupación en Zarzuela por el estado anímico de la reina Sofía que podría afectar a su estado de salud. Felipe VI, Elena y Cristina se han reunido en palacio para hablar sobre el futuro de sus padres y su situación actual. Su progenitora se está viendo afectada por los movimientos de Juan Carlos I. Siempre se ha mantenido fiel a la corona y a su familia, aunque un día estuvo a punto de divorciarse, la reina Federica le hizo entrar en razón y volvió al lado del emérito, aunque sufría una humillación tras otra. Juan Carlos I dejó constancia de que nunca la quiso y se iba con otras mujeres. Lo peor es que algunas de esas relaciones se hicieron públicas porque llegó a enamorarse de ellas, como de Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà. Las dos primeras destrozaron al emérito con sus constantes entrevistas y declaraciones, y por consiguiente también a la reina Sofía.
Juan Carlos I está muy cansado de vivir en el exilio por sus errores, cree que ya ha pagado por ellos y que tampoco ha sido para tanto, por eso, ante la negativa de Felipe VI, el emérito se quiso tomar la justicia por su mano y demandó a Miguel Ángel Revilla, no por algo especial, sino como títere para demostrar que continuaba siendo poderoso. Sin embargo, este movimiento le salió mal porque el político cuenta con un gran cariño entre los españoles y tiene un importante altavoz en los medios de comunicación. A través de esta demanda salió a relucir Corinna Larsen y Bárbara Rey, dos personas que le habían atacado muchas veces con temas muy delicados pero que no ha denunciado.
Juan Carlos I movimiento desesperado que daña a la reina Sofía
El emérito comunicó que este verano se publicaría un libro con sus memorias para dejar constancia de la importancia de su figura en la monarquía española, especialmente en el periodo de la transición, y Bárbara Rey también ha confirmado que a finales de este mes de junio se publicarían sus memorias. Lógicamente, entre sus páginas hablaría de Juan Carlos I y su relación, e indirectamente de la reina Sofía, la gran humillada antes y ahora.
La reina Sofía está muy preocupada por lo que puedan decir de ella después de su intachable imagen pública. Está viviendo unos meses muy complicados, también por la enfermedad de Irene de Grecia. Se le juntan demasiadas cosas, pero Juan Carlos I no ayuda a que esté tranquila.
Según Pilar Eyre, llora mucho, se encierra en su habitación y no sale, no quiere recibir visitas, aunque sus hijos intentan no dejarla sola. Apenas come y tampoco logra conciliar el sueño. Está muy mal, temen que esto afecte a su salud.
La reina Sofía mantiene sus compromisos institucionales pero ha pedido a Felipe VI no hacer ninguno en Madrid, todos fuera de la Comunidad para evitar preguntas y ponerse en el foco mediático, de esta forma está más tranquila.
