La reina Sofía no atraviesa su mejor momento. Han sido años muy complicados para ella y eso ha dinamitado su estado anímico. Hace tres años falleció su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral. Una muerte inesperada de alguien que siempre ha sido un refugio para ella en Londres. Ella siempre pensó que sería la primera en morir de sus hermanos porque es la mayor, pero ha sido al contrario. Unos meses más tarde se confirmó que Irene de Grecia, su gran apoyo, fiel compañera, padecía Alzheimer. Una enfermedad que Casa Real ocultó durante un tiempo hasta que fue demasiado evidente. En los últimos meses ya no ha aparecido en público, y es que ya iba en silla de ruedas y estaba muy desmejorada. Según personas cercanas a Zarzuela, ya no se levanta de la cama, ha olvidado funciones básicas y necesita atención sanitaria las 24 horas del día. La familia está muy preocupada porque ha sufrido un importante deterioro cognitivo y físico.

Según Pilar Eyre, la muerte de su hermano y la enfermedad de su hermana con un mal final está afectando a la reina Sofía. Muy preocupada siempre por los demás, más que por ella misma. La emérita es una persona muy tradicional, familiar y religiosa. Hace tiempo que siente que su familia se ha roto y ya no encuentra forma de recomponerla. Le gustaría reunirles a todos una última vez, no quiere morirse sola.
La reina Sofía estaría pasando por una profunda depresión. Se encierra en su habitación a oscuras, no sale, no quiere recibir visitas, apenas come ni duerme, signos claros de la enfermedad. Felipe VI, Cristina y Elena se reunieron de urgencia hace uno meses para tratar este tema. Los médicos le han recomendado que la mejor opción sería que se mantuviese activa y entretenida. Por ello se han dividido para compartir planes con ella y no dejarla sola.
La reina Sofía cumplirá el deseo de Irene de Grecia
La emérita quería morir con las botas puestas. Para ella la corona es muy importante y su intención era permanecer al servicio hasta su último día, como la reina Isabel II. Sin embargo, ya no tiene fuerzas. Ahora es ella misma quien pide a su hijo abandonar. Ambos habrían mantenido una conversación bastante seria sobre su futuro.
La reina Sofía quiere trasladarse a Grecia los últimos años de su vida y llevarse a Irene de Grecia en sus últimos momentos, pidió morir en su país natal y quiere cumplir su última voluntad. Será enterrada con su hermano Constantino de Grecia.
