Hace unos años se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer. La Casa Real nunca confirmó esa noticia, pero tampoco la desmintió, quiso mostrar a la hermana de la reina Sofía con total naturalidad. Se la ha visto algunas apariciones de los últimos años en silla de ruedas, con la mirada perdida y el rostro desmejorado. Hace unos meses que ya no aparece en ningún acto familiar, ni tan siquiera ha acompañado este a su hermana a Palma de Mallorca. La octogenaria se encontraría en Zarzuela y tendría personal sanitario a su servicio las 24 horas del día. Los Borbón están muy preocupados por su salud porque la enfermedad ha avanzado demasiado rápido, más de lo esperado, a pesar de estar siempre vigilada.

El Alzheimer empieza a ser un grave problema debido a la larga esperanza de vida
A día de hoy el Alzheimer es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Cada año que pasa la población está más envejecida y por la mejora de las condiciones respecto a generaciones anteriores también ha aumentado la esperanza de vida, las personas llegan a superar la barrera de los 90 años. Esto es una suerte para cada individuo y sus familiares, siempre y cuando se llegue en unas condiciones óptimas. Sin embargo, este alargamiento de la esperanza de vida también trae serios problemas y enfermedades que se han vuelto muy comunes, como la demencia senil o el Alzheimer. Igual que el cuerpo se deteriora con el paso del tiempo, también se produce un deterioro cognitivo. La persona empieza a perder neuronas de forma progresiva y olvida acciones cotidianas y funciones vitales. Se borran todos sus recuerdos. A veces las personas con esta enfermedad tienden a recordar episodios de su infancia.
Según el doctor Rafael Arroyo, jefe del Servicio de Neurología de Olympia, se trata de una enfermedad de una “importancia capital”. El profesional de la salud asegura que en esta enfermedad la edad es un factor clave. A los 70 años un 6% de personas la sufren, mientras que a los 80 ese número puede aumentar hasta un 15%. Con el paso de los años y las generaciones, el Alzheimer será una enfermedad preocupante y que afecte a un número mayor de la población. Para Arroyo, el Alzheimer se convertirá con el tiempo en “un problema sociosanitario de gran envergadura”.
El conocido neurólogo advierte que “no es posible prevenir la enfermedad, pero sí podemos establecer una serie de medidas que, sabemos, es altamente probable que consigan que los síntomas aparezcan más tarde”.
Para luchar contra esta enfermedad antes de ser diagnosticada es muy importante la actividad física frecuente, la actividad cognitiva intelectual y la social. Esto puede hacer que la enfermedad no aparezca o retardar los síntomas.
