La reina Sofía ha hecho frente a unos años muy complicados. Su vida nunca ha sido fácil porque ha arrastrado múltiples infidelidades de Juan Carlos I con otras mujeres. Su marido le dejó claro que se casaba por obligación, era un matrimonio de conveniencia y nunca iba a quererla. La emérita siempre ha sido tratada con desprecio pero ella se metió a la ciudadania en el bolsillo. Por ello, Felipe VI la mantuvo en la institución con algunas funciones. En estos últimos años ha seguido cumpliendo con todas sus obligaciones porque ante todo fue reina de España, pero la tristeza la ha invadido por dentro.

La emérita ha sufrido grandes pérdidas, algo muy común en personas de tan avanzada edad. La reina Sofía se despidió hace tres años de su hermano Constantino de Grecia, que falleció a causa de un derrame cerebral. Fue totalmente inesperado y prácticamente no tuvo ni tiempo de despedirse. Unos meses más tarde se confirmó que su hermana Irene de Grecia padece Alzheimer. La enfermedad está tan avanzada que ya prácticamente no recuerda su nombre y ni tan siquiera se levanta de la cama. La tienen que ayudar absolutamente a todo. Come purés porque ni tan siquiera puede tragar. Ha olvidado todo, y es una situación muy triste para la madre de Felipe VI, ya que su hermana Irene es un pilar muy importante en su vida. Su fiel compañera, amiga y confidente, un gran apoyo en los momentos difíciles. Nunca se casó y se quedó con ella en Zarzuela. Viven juntas desde hace más de cinco décadas.
La reina Sofía se encierra en su habitación
Pilar Eyre ha confirmado que hay una gran preocupación en Zarzuela con el estado anímico de la reina Sofía, y esta situación podría afectar a su salud. Ella misma desvela que casi nunca sale de su habitación si no es estrictamente necesario, no quiere recibir visitas y llora desconsoladamente. Apenas come ni duerme. Felipe VI ha querido alejarla de Irene de Grecia, que ya está bien atendida por el personal sanitario de Zarzuela las 24 horas del día, pero no quiere marcharse. Así que ha sido el monarca quien se ha trasladado al palacio. “Su situación en estos momentos también es preocupante: me han contado que no duerme ni come, y llora mucho. ¡Y es que las mujeres de esta familia nunca han sido felices!”, comparte Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas.
Felipe VI, Elena y Cristina de Borbón han aparcado sus diferencias y se han reunido en un cónclave en Zarzuela hace unos meses para buscar una solución. Los tres hijos se alertan para no dejarla sola y compartir planes con ella. Una forma de mantenerla entretenida sin pensar en su verdadero problema.
