La edad no frena a la reina emérita Sofía. La madre del rey Felipe VI, cumplió 85 años el pasado 2 de noviembre, pero sigue teniendo energía para lo que le pongan por delante. Sin ir más lejos, recientemente presidió la 38º edición del Premio BMW de Pintura. Un evento en que se encontró cara a cara con una de las mujeres que sufrieron la obsesión del rey Juan Carlos I.  

El premio este año fue para la artista murciana Sonia Navarro Peralta. Se alzó entre las casi 1.500 candidaturas que han participado en el concurso. "Mi sincera enhorabuena a los finalistas por sus fantásticas obras, muchísimas gracias", decía Sofía para cerrar el acto. Un evento al que acudió en compañía de su hermana Irene, la tía ‘Pecu’, que se ha convertido en su acompañante habitual. 

Cara a cara de la reina Sofía y Naty Abascal 

Maribel Verdú, Ainhoa Arteta, Carmen Lomana, Beatriz de Orleans, Fiona Ferrer, Andrés Velencoso, Candela Serrat y Daniel Muriel, Cruz Sánchez de Lara, Sandra Barneda o Anne Igartiburu fueron algunos de los rostros presentes conocidos. Aunque uno de los detalles que más llamó la atención de los presentes fue la presencia de Naty Abascal, a la que Sofía saludó efusivamente.  

naty abascal 77 anys gtres
naty abascal 77 anys gtres

Decimos que “llamó la atención” porque Naty Abascal es una de las mujeres con las que se intentó acostar el rey Juan Carlos I. Y Sofía lo sabe perfectamente.  

Juan Carlos I lo intentó hasta en tres ocasiones 

No es ningún secreto que al emérito siempre le han gustado mucho las mujeres. Y que nunca ha tenido problemas para acercarse a ellas o mandar a alguno de los miembros de su equipo para hacer de mensajero. Y Naty Abascal fue una de las mujeres que intentó seducir. Lo intentó hasta en tres ocasiones. Pero la modelo siempre lo rechazó. 

Es por eso que entre Naty AbascalSofía siempre ha habido cierta rivalidad. El de Naty era uno de los nombres que aparecía en la lista de la reina como posibles amantes de su marido. Aun así, Sofía siempre se ha mostrado muy amable con ella. Y en esta ocasión no fue menos. Al fin y al cabo, era su marido el que la buscaba y ella siempre se negó.