Después de muchos días con el nombre de Bárbara Rey tras la oreja, la reina Sofía ha buscado un destino lejos del Estado español, donde poder desconectar.
El sitio en cuestión ha sido Londres y el motivo de su viaje, la boda de Filippos Lemos y Marianna Goulandris, miembros de la élite griega y amigos de la monarca.
La noticia no hubiera trascendido de no ser por la poca indiscreción de algunos de los invitados a las redes sociales, ya que se trataba de un acontecimiento privado.
Sofía estuvo acompañada de su hermano Constantino y de los reyes de los Países Bajos en una boda que no estuvo exenta de lujos y glamour en la catedral ortodoxa de Santa Sofía.
El rey Juan Carlos I, como era de esperar, no estuvo presente. Una muestra más del distanciamiento que hay entre ambos desde ya hace mucho tiempo.