La reina Sofía ha sido una de las más queridas de la historia. En España, durante las cuatro décadas de su reinado consiguió mejorar la imagen de la corona y la suya propia, estaba muy bien valorada por la ciudadanía. Se mostraba siempre muy cercana, pero en su papel de monarca, algo en lo que fracasa Letizia. La emérita nunca se ha sentido querida en su familia, Juan Carlos la ha engañado en miles de ocasiones, y ella era consciente de ello, no obstante no se divorció en ningún momento porque pensaba que su labor estaba por encima de su vida personal. Siempre se mantuvo firme en su papel. Su máxima responsabilidad. Es una persona muy exigente consigo misma y también con los demás. Tradicional, familiar y religiosa. Como curiosidad, es una creyente del mundo paranormal. Cree en extraterrestres y en una vida más allá.
Se han escrito muchas biografías de la reina Sofía, algunas a través de sus propias palabras y otras no autorizadas. Ella se define como una persona reposada, introvertida y algo tímida. Doña Sofía es una persona escrupulosamente exquisita, educada, sensible y siempre pendiente de no dejar a nadie de lado en su trato personal.
Así es la verdadera reina Sofía
Una persona que trabajó a su lado confesó que 'Doña Sofía, hay que admitirlo, es persistente en sus ideas y no es fácil hacerla cambiar. A veces, las discusiones eran largas y apasionadas porque cada uno defendía su postura con firmeza, pero al final, en aras de la paz familiar, aceptaba la opinión contraria a la suya sin problemas’.
Es una persona muy sincera, siempre apuesta por la verdad y por el amor. “Es muy detallista, lo que la lleva a cuidar a los demás, a no olvidar fechas significativas para sus familiares y allegados, a estar pendiente de lo que les gusta y lo que les disgusta. [...] Le encanta decorar las zonas de estar con el tradicional árbol navideño y montar el clásico belén”, detalla Carmen Enríquez en su libro “Sofía, nuestra reina”.
Como datos curiosos que todo el mundo desconocía, Sofía es una persona muy graciosa, divertida, que cuenta chistes y que se ríe sin complejo alguno con sonoras carcajadas cuando algo le hace gracia.
Además, la reina Sofía siempre ha sido una mujer muy atractiva, pero ni Harald de Noruega, su gran amor, ni Juan Carlos, se fijaron en ella. Al emérito le obligaron a casarse con la princesa griega. En sus fotografías del pasado se demuestra que la emérita siempre ha sido muy atractiva.