Bajo el título "La guerra de las cuñadas", Jaime Peñafiel dirige hoy su afilada pluma contra la reina Letizia y revela, en su columna de El Mundo, algunos detalles de su nefasta relación con las infantas Cristina y Elena.
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“Últimamente las cuñadas están copando la atención de los medios de comunicación y las redes sociales. Se las ama o se las odia. Las suegras siempre se han llevado la fama pero muchas veces son las cuñadas las que cardan la lana”. El comienzo promete. El columnista pone algunos ejemplos de cuñadas que no se soportan: Lourdes Montes y Eva González (parejas de los hermanos toreros Rivera Ordóñez), Kate Middleton y Meghan Markle... y las cuñadísimas de la monarquía española.
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Jaime Peñafiel explica que las infantas no soportan a la reina y acusa directamente a Letizia de no haber sabido encontrar la manera de hacerse un lugar en la familia. “La entrada de Letizia en la Familia Real española no fue fácil ni cómoda para nadie. Ni lo sigue siendo”, explica. “A la nueva cuñada le faltó tacto para ganarse a Elena y Cristina”. Ni a la suegra, por cierto. Esta semana hará un año del espectáculo de Letizia contra la reina Sofía, despreciándola ante la prensa en la catedral de Palma y utilizando a las nietas contra ella, con una altivez impresentable. Los reyes Felipe y Juan Carlos, observándolo todo como si nada.
La manera como Peñafiel define la entrada de Letizia a la casa real española no puede ser más gráfica: "Irrumpió en la Familia Real como un elefante en una cacharrería". De la reina dice que es una persona insoportable, que siempre tiene la necesidad de quedar como una sabelotodo: “Letizia aprovechaba cualquier momento para hacerse la lista en temas que, presuntamente, dominaba”. El papelón de la mujer de Felipe VI también hace perder la paciencia del rey emérito: “Hasta Juan Carlos tuvo que reconducir más de una conversación familiar, interrumpida por los comentarios de la nuera”.
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Al principio de su relación con el entonces príncipe Felipe, Letizia quiso hacerse amiga de los Urdangarin. Pero no tardó demasiado en mandarlos a hacer puñetas: “Hasta que estalló lo de Noos, y Letizia decidió darles de lado. Consideraron a Iñaki y a Cristina como traidores”. La otra hermana del rey tampoco quiere saber nada de la cuñada: “La infanta Elena por su parte... siempre ha pasado de ella”.
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A Letizia, nadie la puede ni ver. Ni su suegra, ni sus cuñadas. Ni sus súbditos, por cierto: su popularidad está cada vez más por los suelos.