A la larga lista de características que la reina Letizia ha venido demostrando desde que es reina, ya le pueden añadir otra: la vanidad. Una arrogancia que se le sospechaba, y que ahora, según lo que explica Jaleos, queda fuera de toda duda. Marie-Chantal Miller ya le tomó la matrícula. Ya informamos en En Blau que Letizia no quiere que llegue el próximo 20 de febrero. Aquel día saldrá a las librerías una biografía no autorizada que promete poner a la Casa Real nerviosa, al igual que tiempo atrás lo hizo el primo de la reina con Adiós, princesa.
Letizia, la reina impaciente, del autor argentino Leonardo Faccio. Un libro donde se leen fragmentos como este: "Me explicó indignada que un periodista muy conocido, que la había entrevistado para entrar en Televisión Española, le había pedido sexo a cambio de contratarla. Estuvo a punto de denunciarlo". Veremos si Zarzuela lo secuestra o si compra todos los ejemplares posibles, como parece que hizo con el libro del primo de la reina. Sin embargo, ¿por qué todavía no hay ninguna biografía oficial sobre la reina? Escribe el citado medio que "no quiere ni oír hablar del tema. Y no será porque no lo han intentado".
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Una fuente de la Casa Real revela al diario que han tenido ofertas de personas importantes que se han ofrecido a sentarse con ella y empezar a escribir sus memorias, "tres periodistas mujeres muy conocidas han querido escribir la biografía y a las tres les ha dado las gracias y las ha dicho que no". ¿Por qué razones? Básicamente son tres: "La primera es que no debería tener un libro que narre su vida antes que su marido, el Rey. La segunda, que sabe y entiende que todo lo que dice y hace es mirado, criticado y tergiversado. Y la tercera, le gustaría que escribiera su vida un escritor con cierto nivel literario, no un simple periodista". Caramba carambita. Una mujer que viene del mundo del periodismo, ahora que es reina les mira por encima del hombro. Y en Jaleos especulan con dos nombres. Dos escritores que tienen en común su amor por Catalunya, "quizás el nivel oscilaría entre dos nombres encumbrados: Mario Vargas Llosa o Javier Cercas".
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De momento, ni uno ni el otro. Si Letizia está impaciente por leer sus memorias, que vaya haciendo boca con La reina impaciente.