La Corona británica, símbolo de arraigadas tradiciones, se tambalea ante un gesto desafiante del príncipe Guillermo. A diferencia de su padre, Carlos III, quien ha abrazado con orgullo la vestimenta escocesa de los Highlands, el príncipe de Gales rehúsa ponerse faldas y portar el emblemático kilt en público, rompiendo con una tradición ancestral y generando un revuelo que no deja indiferente a Escocia ni al resto del mundo.  Mientras Carlos III ha hecho de los kilts un símbolo de su relación con Escocia, su hijo Guillermo ha optado por un enfoque más moderno en cuanto a su atuendo. Aunque ostenta títulos como "Señor de las Islas", el príncipe de Gales ha preferido lucir camisas y pantalones en sus visitas oficiales al país en lugar del icónico traje escocés. Esta elección ha generado controversia entre los escoceses, quienes lamentan que el heredero al trono no abrace la tradición de sus antepasados. 

La evolución de estilo del príncipe Guillermo: de la falda a los pantalones

La historia de Guillermo y los kilts es un viaje que abarca desde su infancia hasta su adultez. Mientras era joven, el príncipe solía usar la falda escocesa en línea con la tradición de la Familia Real. Sin embargo, a medida que creció, optó por los pantalones en sus apariciones públicas. Incluso en momentos significativos, como su graduación en la Universidad de St Andrews, rechazó llevar kilt. 

Aunque no es un mandato estricto de la Corona, la importancia de los kilts en la Casa Real británica radica en una tradición que data de más de un siglo. Esta costumbre comenzó con Jorge IV, tío de la reina Victoria, quien popularizó el tartán rojo con líneas amarillas, negras y azules durante su gira por Escocia. Esta elección se convirtió en un sello distintivo de la familia Windsor y ha perdurado a lo largo de varias generaciones. El motivo detrás de la negativa de Guillermo a usar el kilt sigue siendo un enigma. Las especulaciones van desde traumas de infancia hasta preferencias personales. Algunos incluso sugieren un acuerdo secreto con la reina Isabel II para usarlo solo en privado. Aunque las razones exactas no están claras, esta negativa podría tener implicaciones en el ámbito diplomático, dado que Guillermo también es el heredero al trono escocés. 

Acusan al príncipe Guillermo de ‘falta de compromiso’ con Escocia 

Si bien usar el kilt en las visitas a Escocia no es una obligación, la negativa de Guillermo se interpreta como una señal de desdén y falta de compromiso hacia el país y sus ciudadanos. A medida que el príncipe se convierte en el futuro rey, su rechazo a seguir la tradición de su padre y abuelo genera inquietud y descontento en aquellos que esperaban que abrazara plenamente la cultura escocesa. De hecho, el sastre escocés de Carlos III, John Sudgen, expresó su deseo de confeccionar un kilt al príncipe Guillermo. “Nos encantaría hacer un kilt y una chaqueta para el príncipe de Gales. Eso mantendría viva la tradición y, especialmente ahora que es Señor de las Islas, sería una buena manera de popularizar el traje tradicional de los Highland, particularmente entre la generación más joven”, indicó. Sin embargo, este deseo se ve truncado por la negativa del actual príncipe de Gales a ponerse faldas.