El libro Letizia la reina impaciente contiene algunas revelaciones sobre el pasado de Letizia pero su peor escándalo de imagen, aparte de los whatsapps con el compiyogui condenado por corrupto, es la escena patética en la Catedral de Palma la Semana Santa de 2018. Aquella pelea de reinas era en realidad una reina humillando a otra.
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La vergüenza que pasó Letícia al verse grabada como una xoni interponiéndose entre el fotógrafo real y la reina Sofía que quería una imagen con las nietas ahora tiene una "explicación" filtrada por el entorno de Letícia. Escribe el autor del libro, Leonardo Faccio: "Letizia no quería que sus hijas se retratasen con su abuela. La prensa habló de una reina impertinente, impulsiva, irrespetuosa, torpe".
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El autor habla con un amigo de la reina que da las claves: "Sobreprotege en sus hijas. Letizia quiere que Leonor y Sofía den una imagen laica y tiene un acuerdo cono su suegra. Pero la reina Sofía no lo cumplió". O sea, que la culpa de la agresión a Sofía es de Sofía.
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El libro es condescendiente con Letizia "Representa a una socidad que dedica menos tiempo a rezar. En la catedral de Mallorca le recriminó a su suegra incumplir un pacto: no posar con sus hijas en un templo religioso". Un pacto absurdo ya que las niñas se hacen fotos dentro del templo sin problemas y fuera en las puertas todavía más. Nadie se cree este falso pacto y esta es la prueba: foto de las niñas con la abuela dentro de una iglesia.
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Se ha escrito todo del ateísmo de Letícia: se casó por lo civil, se divorció, abortó un hijo de un novio, no se hace la señal de la cruz entrando en una catedral... El libro insiste: "Letizia se justificó diciendo que la religión no le interesa. Dijo que sus padres la educaron sin ninguna formación religiosa y que ella era agnóstica. Es una católica de ventos. Fue bautizada e hizo la primera comunión". En la catedral de Palma, la hostia se la llevó a la reina Sofía.