El pasado viernes 20 de octubre a las 18 horas se celebró una nueva edición de los Premios Princesa de Asturias presidida una vez más por Leonor, aunque ésta será especial porque es la última vez en la que la princesa será menor de edad y acudirá acompañada de sus padres, Felipe y Letizia. A partir del próximo año se enfrentará a este acto institucional completamente sola. Es probable que Casa Real decida que Sofía la acompañe hasta que cumpla la mayoría de edad.
La familia al completo llegaba a las puertas del Teatro Campoamor y recibían el aplauso del público mientras sonaban cientos de gaitas. A pesar de la lluvia, los ovetenses no quisieron perderse la tradicional cita de la familia real. Cuando empezó a llover un poco más fuerte, Letizia se acercó disimuladamente a Felipe para recomendarle que agilizase el paso, sino terminarían totalmente mojados.
Los miembros de Casa Real salían del Hotel Reconquista donde se han hospedado estos días hasta el Teatro Campoamor. Un recorrido de unos metros donde han saludado a cientos de españoles. Los galardonados de la edición, como Meryl Streep, también desfilaron por la alfombra.
La Policía Nacional separa a un grupo con banderas republicanas
Sin embargo, como siempre que aparecen en algún acto público, Felipe y Letizia han recibido también duros abucheos. La Policía Nacional ha tenido que intervenir para separar un grupo del público que se había congregado en una concentración de solidaridad con Palestina. Les separaron del resto de ciudadanos con unas vallas.
Esto ha recordado a la manifestación que se celebraba todos los años desde 2011 en rechazo a la monarquía. Unos pocos recibían a la familia real entre abucheos, silbidos y gritos. Este es el único año en el que ha cambiado por un tema de peso, el conflicto que se vive en Oriente Próximo y los bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza.
Los manifestantes apoyaban a Palestina y lucían una gran pancarta que fue visible por los reyes donde se podía leer “Palestina Insumisa”. A ellos se les han sumado entidades republicanas y asturianistas. También se vieron banderas republicanas en contra de la corona o la bandera LGTBI.
La Policía Nacional acordonó la zona para que estos manifestantes no tuviesen acceso al recorrido de los reyes, aunque les fue bastante complejo, ya que los ciudadanos que venían realmente a ver a la familia real les dejaban pasar para que estuviesen más cerca de ellos.