Pilar González de Gregorio es hija de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, conocida como la duquesa Roja, y de Leoncio González de Gregorio y Martí. Un aristócrata que tuvo una hija extramatrimonial no reconocida, Rosario Bermudo, que en el 2023 fue reconocida por sentencia del Tribunal Supremo. Una mujer que lleva tiempo luchando por la legitimidad de su herencia, de la herencia de su padre, que comparte con sus hermanos biológicos, Leoncio, Gabriel, y la mencionada Pilar. Pero la cosa va para largo, porque González de Gregorio considera que las condiciones legales no son justas.
El portal Vanitatis la ha entrevistado, y la aristócrata se queja de que la condenaban a pagar 280.000 euros en efectivo metálico, "a pesar de que no hay precedente legal. La mayoría de la herencia de mi padre fue en propiedades y una parte muy pequeña en dinero. Por lo tanto, no te pueden imponer que tiene que ser de una manera como en este caso. A mí me han obligado. He tenido que pedir un crédito. Lo que supone esa cantidad tan alta y con los años que tengo...". Una historia que nunca se acaba, una pesadilla, para Pilar González de Gregorio, que viene de lejos. Cuando le preguntan por el "lío que os dejó vuestro padre", ella insiste que "Sí, pero es que mi padre era menor de edad cuando tuvo relaciones con la madre de esta señora".
No ha querido hablar con Bermudo, que no tiene la culpa de nada, pero sí que no le gustó que "a pesar de que yo me ofrecí legalmente para la prueba de ADN, exhumaron a mi padre. Me pareció muy feo".
También está enfadada con el rey Felipe. Y es que también hay pitote con la cuestión de un título que le pertenecía, y a sus hijos: "Estuvo ocho años vacante. Cuando mi sobrino lo quiso rehabilitar le enviaron un documento firmado por don Juan Carlos en el que se decía 'archívese, no procede'". Pero con su hijo en el trono, lo volvió a pedir, argumentando que había habido "silencio administrativo". Según ella, no es verdad. Y señala a Felipe:"se lo habían denegado por escrito. Felipe VI se lo rehabilitó en contra de la ley vigente del año 88. Al estar anulado ya no se podía actualizar. Envié una carta a Casa Real explicándolo todo y con documentación y ni siquiera me contestaron. Son cosas que pasan y no se dicen". Zarzuela y Felipe, pasando olímpicamente de las cartas enviadas a palacio.
"¿Nunca has tratado de hablar o tener una audiencia con el rey Felipe?", le preguntan. Y ella lo tiene claro: "No, porque no se ha portado bien. Y defenderé siempre a don Juan Carlos. ¿Que ha hecho cosas mal? Sí, pero muchas, muchas más cosas bien".