Paloma Rocasolano es el pilar más importante en la vida de Letizia. La enfermera jubilada siempre ha estado a su lado en los momentos más difíciles. Convertirse en princesa y después en reina no ha sido fácil, aunque la madre de la monarca se ha ocupado más de Leonor y Sofía. La mujer de Felipe quería que fuese ella quien se ocupase de las niñas. Entre la reina Sofía y Paloma Rocasolano siempre ha existido una cierta rivalidad. “No sé ni cómo están. No las veo nunca. No me dejan verlas. Yo, que vivo al lado, no puedo ir a su casa. Y, sin embargo, la madre de Letizia está siempre ahí”, dijo la emérita en su momento a su círculo más íntimo.
En abril de 2017, Paloma Rocasolano se jubiló y disfrutó de más tiempo libre, momento que utilizó para pasar más tiempo con sus nietas y con su hija. La madre de Letizia dejaba atrás sus labores en el Sindicato de Enfermería SATSE de Madrid, organización a la que pertenecía desde 1991, año en el que se instaló en capital con su, por entonces marido, Jesús Ortiz y su hijas recién llegado desde Asturias.
La madre de la reina se diplomó en enfermería y trabajó gran parte de su tiempo en el centro de salud Las Lilas de Oviedo. Su último trabajo fue en Madrid como delegada de SATSE. Desde el momento en que se jubiló cobró la pensión máxima 2.700 euros.
Paloma Rocasolano, de Benidorm al barrio de Salamanca
En ese momento Paloma Rocasolano era una mujer libre, se había separado de Jesús Ortiz y no conocía a ningún otro hombre, ahora mantiene una relación con Marcus Brandler. La jubilada vivía de forma tranquila y cómoda en Madrid. Varios revistas de la prensa del corazón publicaron fotografías de la madre de Letizia en sus míticos veranos en Benidorm, iba acompañada de sus padres. Bajaba a la playa con el bañador, la nevera, la sombrilla y la silla.
Ya no queda nada de esas imágenes, y es que desde que Letizia es reina, Paloma Rocasolano es una mujer completamente nueva. La enfermera vive en el centro de Madrid, en un lujoso piso. Y es que ahora donde más se la puede ver es en el prestigioso barrio de Salamanca.
Da paseos con su otra hija Telma Ortiz, también con su pareja Marcus Brandler. En ocasiones también se la ha visto ir a almorzar o tomar algo con su nieta Carla Vigo. Con todos ellos frecuenta las tiendas de cosmética y de ropa más exclusivas. Hace un tiempo se la vio en un establecimiento de Gadgets y cosméticos de lujo, no al alcance de todos los bolsillos. Cosmética de primera línea para preparar su piel, donde los aparatos van de los 300 a los 14.000 euros.
