Actualmente, Paloma Rocasolano reside en Murcia, donde comparte su vida con su pareja, Marcus Brandler. Desde que se trasladó allí, su hija Letizia siente un profundo vacío, ya que siempre ha encontrado en su madre un apoyo constante e incondicional. A lo largo de su trayectoria personal y pública, especialmente desde que entró en la Casa Real, Paloma ha sido su mayor aliada, acompañándola en los momentos más difíciles y también en los más importantes. Cuando Letizia asumió el papel de princesa de Asturias y posteriormente el de reina, su madre se mantuvo firme a su lado, a pesar de que la familia del rey Felipe VI no la aceptó con facilidad.
Paloma vivió con entusiasmo la evolución de su hija en la vida pública, y aunque siempre confió en su capacidad, no imaginó hasta dónde llegaría. Durante años, además de madre, ejerció como abuela implicada, cuidando a las infantas Leonor y Sofía con dedicación. Letizia siempre confió plenamente en ella para ocuparse del bienestar de sus hijas, algo que no siempre fue bien recibido por la reina emérita Sofía. De hecho, hubo tensiones notorias entre ambas, y en una ocasión, doña Sofía expresó su malestar a personas de su entorno, lamentando que no podía ver a sus nietas tanto como desearía, mientras que Paloma tenía libre acceso a ellas.
Paloma Rocasolano se jubiló en 2017 y cobra la pensión máxima
En 2017, Paloma puso fin a su carrera profesional. Su vida laboral estuvo marcada por su trabajo en el Sindicato de Enfermería SATSE en Madrid, donde se desempeñó desde que se mudó desde Asturias en 1991 junto a su entonces marido, Jesús Ortiz. Anteriormente, había trabajado como enfermera en un centro de salud en Oviedo. Tras su jubilación, comenzó a recibir una pensión considerable que le permitió disfrutar de un estilo de vida más relajado y centrado en sus seres queridos. Cobraría la pensión máxima de 2.800 euros.
Su día a día ha cambiado notablemente con los años. Alejada de los veranos sencillos en la costa, donde solía veranear con su familia, hoy Paloma lleva una vida mucho más refinada. Vive en un lujoso apartamento en una zona exclusiva de Madrid y suele frecuentar restaurantes de alta cocina, tiendas de lujo y salones de belleza. Se la ha visto pasear con su otra hija, Telma, y con su nieta Carla Vigo. También ha sido vista comprando productos de cuidado personal de gama alta, símbolos de un estilo de vida que refleja su nueva realidad como madre de la reina de España.
