Da igual que este domingo haya unas elecciones generales en el país. Los reyes y sus hijas empezarán pocos días después sus vacaciones en familia, independientemente de los pactos, acuerdos o investiduras que se tengan que hacer. La agenda de los Borbones ya tiene marcado en rojo los días que harán las maletas hacia Palma. Deben estar muy cansados de todo lo que han trabajado durante el año, pobrecitos. Este año han tenido que avanzar su planning, ya que la princesa Leonor ingresa el 17 de agosto en la academia de Zaragoza donde empezará su formación militar. Así que ahora toca ir al palacio de Marivent a hacer el paripé de hacer ver que son una familia feliz y bien avenida, un encuentro familiar instigado por la yaya Sofía, que a Letizia le da una pereza máxima. Y es que coincidiran, desde hace mucho, todos los nietos y nietas, todos los primos, que algunos no se soportan, como Leonor y Sofía con Froilán y Victoria Federica, que no se pueden ni ver. Una reunión como esta, pero sin el yayo Juancar, con los niños y niñas más creciditos, y en Marivent.

Los Borbones, 'esa familia feliz' / @CasaReal

La reina emérita lo tiene metido entre ceja y ceja. Será curioso ver a todos los Borbones nuevamente juntos, con las ausencias ya comentadas, haciendo jijijaja como si nada. A la reina Letizia no le gusta especialmente ir hasta allí. Marivent nunca ha sido santo de su devoción, y menos, tener que soportar a su odiada suegra todo el santo día. Y si este año irán sus cuñadas, a quienes tampoco soporta, pues imaginen. Para la asturiana, el palacio de Marivent es como ir a hacer el via crucis. Pero ya que va, si se lo encuentra como se lo encuentra, se hace más soportable la estancia. ¿Y cómo se lo encontrará?: impoluto, inmaculado, y con todo el lujo de detalles bien cuidados. Y no es nada de extrañar, porque la pasta que cuesta tenerlo todo a punto, es de traca.

Marivent / Efe

Explica Vanitatis que antes de que lleguen a Mallorca Felipe, Letizia, la princesa y la infanta, "todo debe estar impoluto en Marivent para recibir a sus visitantes más ilustres". ¿Y cómo se consigue? Pues, por ejemplo que Patrimonio Nacional saque a concurso las tareas de limpieza del palacio, con un valor estimado de medio millón de euros. Medio millón de euros, que no es moco de pavo, que es un pastizal, para realizar las tareas extraordinarias que se activan cuando los miembros de la familia real están en la isla, "ya que el Gobierno autonómico es el que se encarga de sufragar el coste de la limpieza de las instalaciones durante todo el año. Según las bases publicadas en el BOE, es Patrimonio Nacional el que asume el coste de la limpieza extra, preferentemente en Semana Santa y en verano".

Letizia, Felipe y Sofía, en el Palacio de Marivent / @CasaReal

Según el contrato que ha salido a concurso, "la adjudicación incluye la limpieza de todos los anexos a Marivent y Son Vent, desde el gimnasio hasta el centro médico, la cafetería y las garitas de acceso al palacio". Se tiene que limpiar de manera íntegra y exhaustiva todas estas estancias, más tareas de lavandería y de lavado de los vehículos oficiales. También es curioso ver según qué consejos se hacen en el contrato: "que se procure en la medida de lo posible, que los cambios del personal sean mínimos, además de exigir una escrupulosa corrección a la hora de desempeñar sus funciones". Un personal que tienen claro que no pueden hacer ninguna fotografía, vídeos o dibujos del interior o de sus accesos, una obligatoriedad de secreto y reserva donde se especifica este secretismo, no solo cuándo estén limpiando estos días, sino también cuándo hayan acabado el trabajo: "La empresa adjudicataria es responsable del cumplimiento de las obligaciones de confidencialidad del personal a su servicio. Esta obligación se extiende no solo a la ejecución del contrato sino con posterioridad a su finalización".

Felipe VI en el Palacio de Marivent / @CasaReal

El contrato a concurso también especifica la maquinaria que tendrán que aportar para hacer las tareas requeridas: "aspiradores, una barredora-fregadora o un equipo de ósmosis inversa para limpiar los cristales o una máquina lavamoquetas. El contrato tiene un presupuesto de licitación de cien mil euros por doce meses y un valor estimado de medio millón, dado que es prorrogable durante cuatro años más".