No es habitual que Pablo Urdangarin deje pasar tanto tiempo sin coincidir con Johanna Zott ni con su familia. Su relación, sólida desde hace más de dos años, ha atravesado un verano atípico. Desde hace más de treinta días, el jugador de balonmano no se ha visto con Zott ni ha visitado la vivienda de sus suegros. Un detalle que no ha pasado desapercibido en su entorno más cercano.

La explicación está en su agenda, que este año ha cambiado de rumbo. En lugar de repetir la escapada de Menorca del verano pasado, Pablo puso rumbo a Canarias, donde cambió las aguas tranquilas por el oleaje atlántico. El viaje tuvo un marcado carácter personal: surf, submarinismo y noches con amigos, pero sin Johanna. Una ausencia que ha despertado comentarios.

Pablo y Miguel Urdangarin verano efe
Pablo y Miguel Urdangarin / EFE

Pablo Urdangarin se va de vacaciones sin Johanna Zott

Quienes lo conocen bien aseguran que Pablo buscaba un paréntesis. Unos días para respirar lejos de compromisos y rutinas, y antes de sumergirse en la exigente pretemporada del Fraikin Granollers. En su círculo, estas vacaciones sin su chica no son novedad, pero la ausencia tan prolongada de encuentros con su pareja y su familia resulta llamativa.

Pablo Urdangarin y Johanna Zott
Pablo Urdangarin y Johanna Zott

Empiezan a surgir rumores y sospechas

La distancia física con Johanna este verano no implica necesariamente un distanciamiento emocional, según allegados. Sin embargo, la coincidencia entre su prolongada ausencia en casa de los padres de ella y su viaje en solitario ha alimentado especulaciones. En todo caso, Pablo mantiene su discreción habitual, evitando pronunciarse sobre su vida privada.

Ahora, con el calendario deportivo marcado y la presión por consolidar su papel en el equipo, el hijo de Iñaki Urdangarin afronta semanas decisivas. El verano, aunque distinto, le ha servido para cargar pilas y preparar un nuevo curso tanto en lo personal como en lo profesional. Siempre lejos del ruido, pero inevitablemente, bajo la lupa pública.