La historia de los Ortiz Rocasolano, es un testimonio de trabajo arduo y sacrificio. Jesus Ortiz y Paloma Rocasolano, padres de la reina Letizia, siempre se esforzaron por sacar adelante a sus tres hijas, Erika, Telma y Letizia, y por inculcarles importancia del esfuerzo y la constancia desde temprana edad, conscientes de lo difícil que era conseguir un buen trabajo con un salario decente. Era una familia que, como tantas otras, tenía que tener controlados los euros para llegar a fin de mes.
Paloma y Jesús se separaron tiempo después. Y ella se instaló en un piso abuhardillado de Madrid, cerca de su trabajo, y que solo contaba con 37 metros cuadrados. Pero todo cambió cuando Letizia se convirtió en parte de la familia real española al casarse con el entonces príncipe Felipe.
El matrimonio de Letizia y Felipe cambia la vida a Paloma Rocasolano y Telma Ortiz
Aquel matrimonio no solo mejoró la situación económica de Paloma, permitiéndole abandonar su modesto hogar, sino que también la introdujo en un mundo de privilegios y oportunidades. Una vez separada de Jesús, Paloma conoció a Marcus Brandler, y su estilo de vida experimentó un cambio radical.
Hoy en día, Paloma disfruta de una vida lujosa junto a Marcus, viviendo en una casa mucho más grande que la anterior, además de contar con dominios en Zarzuela, donde ha pasado temporadas junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía. Esta transformación en su vida es evidencia del poder transformador que tiene la posición de Letizia en la monarquía española.
Pero Paloma no es la única beneficiaria de la posición de Letizia. Telma también ha experimentado los efectos positivos de la conexión real. Según la experta Maica Vasco, “el matrimonio de Jaime Del Burgo con Telma Ortiz fue una tapadera, concretamente fue un favor que Letizia le pide a Telma para que ellos se pudieran ver sin levantar las suspicacias de la prensa”. A cambio, Telma ha encontrado trabajo en una ONG, donde obtiene beneficios sustanciales.
Telma se mueve a diario por Madrid con un coche de 85.000 euros
“Hay que ver lo que pagan en las ONGs. No sabía que daban para tanto. Concretamente, para empezar, para comprarse un coche de lujo. Un vehículo de “85.000 euros, un Range Rover Velar” con el que van a comprar al supermercado, que es un “pedazo de pepino” y que, “para aparcarlo es necesario desalojar toda la M-30 de Madrid, todas las arterias quedan taponadas”. Es el coche por el que fue abucheada por aparcar de forma ilícita en una plaza de movilidad reducida, y el que suelen utilizar en su día a día para ir de compras a zonas de ricos como la calle Serrano de Madrid.
Maica se pregunta de dónde han sacado los 85.000 euros para comprar ese coche, recordando que el dinero “no parece que salga del bolsillo de su marido, que tiene el lío padre con su ex mujer, la cantante de The Cors”, y que “no tiene un chavo”. “Espero que no sea un favor prestado que le haya hecho la reina Letizia por permanecer el silencio después del follón con Jaime del Burgo”.