Hace ya más de 30 años que Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz decidieron poner punto y final a su matrimonio, aparentemente por mutuo acuerdo, aunque poco a poco va saliendo a la luz la verdad. Por un lado, la enfermera jubilada estaba muy cansada del periodista. Ella era feliz en Asturias con su familia, sus hijas también, pero todos tuvieron que abandonar sus vidas por el futuro profesional de Jesús. Aceptaron trasladarse a la capital, pero la madre de Letizia nunca se adaptó, aunque tuvo trabajo el mismo día en un centro de salud, solo trasladó el expediente. Desde entonces Paloma se ha mantenido alejada del foco mediático respecto a su hija y a su fracasado matrimonio. Siempre se ha arropado en Letizia y Telma, mucho más después del fallecimiento de Erika Ortiz, el mayor golpe de la familia. Y en estos 30 años no se le ha conocido ninguna relación oficial. Alguna vez se la veía con amigos, alguno más especial que otro, pero nunca con un solo signo de complicidad. Hace casi tres años, después de pasar el confinamiento con los reyes y sus hijas en Zarzuela, Paloma Rocasolano se enamoraba de un empresario alemán de origen nigeriano, Marcus Brandler. No se apostaba mucho por esa relación, pero ya viven juntos, Paloma abandonó la buhardilla de 37 metros cuadrados, y están muy enamorados. Vive una segunda juventud. Letizia tiene muy buena relación con Marcus, más incluso que con Jesús, su padre.

Se habla de infidelidades en el matrimonio de Paloma y Jesús cuando estaban a punto del divorcio
El divorcio entre Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano ocurrió mucho antes de que Letizia se cruzara en el camino de Felipe, antes incluso de que se convirtiera en princesa y futura reina de España. Jesús Ortiz inició una nueva relación con Ana Togores, una compañera de trabajo, algunos meses antes de la boda de Letizia y Felipe. Aunque hubo rumores de una posible infidelidad, la verdad es que el matrimonio ya estaba en ruinas. La prontitud con la que Jesús encontró consuelo en otra persona no fue bien recibida por Paloma Rocasolano, quien se sintió avergonzada y traicionada, lo que resultó en un marcado distanciamiento entre ellos durante los primeros años. Para Letizia, acostumbrada a ver a sus padres unidos y amorosos, fue devastador ser testigo del desmoronamiento de su familia.
Sin embargo, Jesús Ortiz no fue el único que buscó refugio en los brazos de otra persona para poner fin a su matrimonio. Paloma Rocasolano también buscó consuelo en un compañero cuando las tensiones con el periodista eran insostenibles y el divorcio era inminente. Este colega era un médico del centro de salud donde trabajaba. Sus decisiones rompieron dos familias: la suya propia y la del profesional médico, que estaba casado. Estos eventos evocan poderosas similitudes con las experiencias de Letizia en sus relaciones pasadas.
